Orientación académica y profesional para estudiantes: ¿qué hacer tras el bachillerato?

-         Los orientadores ayudan a los estudiantes a decidir su futuro al salir del instituto. -         Carecer de orientación adecuada o tener dudas puede implicar una mala decisión. -         El orientador proporciona a los jóvenes los materiales que necesitan para elegir. -         Además Internet ofrece varias herramientas de acceso libre a los alumnos. En el momento de decidir su futuro, los servicios de Orientación Académica y Profesional (OAP) son un recurso muy útil para los estudiantes. Sobre todo, para quienes tienen dudas acerca del camino que seguirán una vez terminado el Bachillerato. Guiados por orientadores, en estos servicios se facilita información y materiales para que los alumnos indaguen en sus preferencias, fortalezas y debilidades de cara a tomar la mejor decisión, informa Consumer.es. Orientación académica y profesional en Bachillerato Es posible que los estudiantes tengan clara su decisión, pero no sepan cuál es la mejor vía Los servicios de orientación académica y profesional ganan valor en los centros de Bachillerato. En estos niveles, los estudiantes han de elegir uno de los itinerarios propuestos e iniciar el camino hacia su futuro profesional. Por este motivo, es imprescindible que tengan claro por qué salida optar o qué modalidad de estudios elegir. Tener dudas o carecer de la orientación adecuada puede suponer tomar una decisión errónea. Del mismo modo, es posible que los estudiantes tengan muy clara su decisión, pero no sepan cuál es la mejor vía para llegar hasta ella. En ambos casos, los servicios de orientación sirven de apoyo a los alumnos. El orientador, clave en la toma de decisiones El orientador es el profesional encargado de la gestión de estos servicios en los centros. Recibe a los estudiantes y organiza sesiones informativas con ellos para proporcionarles todos los materiales necesarios para tomar una decisión sobre su futuro. Les facilita un test de orientación y otras herramientas para conocer sus aptitudes, fortalezas, debilidades y, en último término, decantarse por una opción académica o profesional. En esta tarea, el papel del orientador es clave, ya que si bien los alumnos son siempre quienes toman la decisión, el experto que les atiende ha de responder a sus expectativas y aportarles la información oportuna que necesitan, adaptada a su edad, intereses y motivaciones. Herramientas para ayudar a decidir el futuro Para facilitar la elección a los estudiantes, se han desarrollado diversas herramientas de acceso libre en Internet y que los alumnos pueden aprovechar, en combinación con las propuestas de algunos centros y universidades. El Sistema Educativo Asturiano ha desarrollado Itinerarios educativos Pasas (ItePasas), una herramienta para facilitar a los estudiantes la toma de decisiones. Incluye un test de autoevaluación para conocer los ámbitos más relacionados con los intereses de los alumnos, competencias y capacidades. Jornadas de puertas abiertas en la universidad. Por ser una de las salidas frecuentes entre los estudiantes de Bachillerato, las jornadas de puertas abiertas que organizan las universidades son una oportunidad muy interesante para conocer las instalaciones, el funcionamiento y el plan de estudios de estos centros, antes de matricularse en ellos. Otra iniciativa desarrollada en Vizcaya por Politeknika Ikastegia Txorierri, Conoce para elegir, organiza visitas a empresas para que los alumnos de primero de Bachillerato conozcan de primera mano el trabajo en empresas de la zona. Esta actividad forma parte del programa de Orientación Académico-Profesional. Asociaciones profesionales de orientadores. Estas entidades se dirigen a orientadores y educadores, a quienes facilitan cuadernos de orientación prácticos para responder a las dudas de los estudiantes. Otras guías gratuitas para padres y profesores se pueden descargar en la página web de Prensa-Escuela. Fuente: 20 minutos