domingo, 1 de julio de 2012

Los negocios de artesanía fabrican su versión online


La web permite al pequeño empresario tradicional ofrecer sus productos a más público y en cualquier momento. La adaptación al entorno digital, la comunicación y la personalización son clave.
365 días, las 24 horas. Ésta es la principal ventaja que las nuevas tecnologías en general, e Internet en particular, ofrecen a los negocios dedicados a la artesanía. La Red ha procurado a estas pequeñas empresas una ampliación de su horario de apertura, un aumento de las ventas gracias al e-commerce, un escaparate de los productos que llega a cualquier parte del mundo, una comunicación personalizada con los consumidores y la posibilidad de llegar a más clientes potenciales.
“Si un negocio es muy local, la Red puede dar la oportunidad de que la gente del barrio lo conozca mejor y realice pedidos fuera del horario comercial. En otras ocasiones, harán el pedido en hora pero sin necesidad de acercarse al establecimiento. Y si hablamos de un negocio nativo de Internet, su mayor ventaja será la globalidad”, añade Javier Echaleku, empresario de Internet y CEO de Logocomunica.
Las oportunidades
Alfonso Arbaiza, director general de Fundetec, afirma que los negocios artesanales, al contrario que otros sectores tradicionales, sí han descubierto las nuevas tecnologías: “Un 99% de los artesanos tiene ordenador; y un 93% conexión a Internet”. Y añade que “el principal uso que se hace de las tecnologías se refiere a las aplicaciones de diseño; al comercio electrónico, ya que un 31% de las pymes vende a través de Internet; y a la expansión geográfica”.
La apertura del canal digital no exige grandes conocimientos informáticos, sino que, como explica David Alva, presidente de Ceaje, “se requiere comunicar al público lo que se ofrece y aportar una experiencia distinta”.
CASOS DE ÉXITO
Otra forma de hacer cuentos
La búsqueda de una solución de autoempleo más los dibujos infantiles dio como resultado Un Caimán Azul. Chema Diéguez y Eva Bonafonte crearon este negocio hace año y medio al descubrir que en el mercado no existía todavía algo tan artesanal y exclusivo como los cuentos personalizados para niños; todo gestionado a través de la Red. “Empleamos Internet como una plataforma donde desarrollar nuestra empresa: la web es nuestro escaparate; el ‘e-commerce’, el método de cobro, y en las redes sociales creamos una comunidad, difundimos el contenido y publicitamos el negocio”, explica Diéguez. Según el emprendedor, Internet reinventa los negocios tradicionales: “Como artesano, sabes mucho de tu producto y cómo elaborarlo. Pero para que lo sepa el resto del mundo has de darlo a conocer y gestionarlo de la forma más eficiente”.
Retratos de galletas en la web
‘Galletizar’ es hacer un retrato en galleta. Este término fue acuñado por Nati Leal y Carmen Iraburu cuando crearon Galletízate en el otoño pasado. En este negocio de galletas artesanas se personaliza este producto a gusto del consumidor y se ponen en marcha talleres de decoración para niños y adultos en los que se modelan galletas y se enseñan técnicas culinarias. “La decoración de este tipo de dulce empieza a abrirse camino en España pero, hasta el momento, somos las únicas que ‘galletizamos’, es decir, que hacemos auténticos retratos de galletas”, explica Leal. El método para contratar estos servicios es la Red.
“El cliente contacta a través de nuestra página, ya sea para un retrato o un taller; y en el mismo día ya le hemos pedido la fotografía y los detalles característicos de la persona para decorar las galletas o le hemos informado de la temática de los cursos”. Leal considera que para los negocios basados en la artesanía el entorno digital es indispensable: “Sin Internet nuestro negocio se vería reducido únicamente a nuestra ciudad. Es absolutamente imprescindible para que el público lo conozca y no puede completarse sin el canal online”. Y añade que “hemos comprobado que sin una web que respalde el producto, la gente no se fía”.
El escaparate de un taller de cerámica
El taller de cerámica de Pilar Tirados está físicamente en Coladilla (León), pero gracias a su apuesta por la tecnología sus piezas de gres personalizadas se pueden encontrar y comprar donde el consumidor quiera. “Hace ocho años que tengo mi sitio web, hace uno que utilizo Facebook para enseñar mi actividad y, por supuesto, uno de mis métodos de comunicación con mis clientes es el correo electrónico. Y ahora estoy comenzando en Twitter”, expone la emprendedora.
Según Tirados, “Internet aporta flexibilidad para hacer un escaparate a medida que pueda verse en todo el mundo. Nunca ha sido tan barato y tan fácil acceder a todo el público”. Tirados reconoce que “entrar en el mundo digital lleva tiempo, pero ¿cuándo no ha llevado tiempo atender a los clientes? Es un cauce más de comunicación, y la comunicación ha existido siempre”.
Fuente: Expansión

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