Revisando
mi jardín de ideas, me he encontrado con una de hace
algún tiempo para escribir sobre los rasgos de los “profesionales
2.0″. Sin embargo, al buscar qué había ya escrito en
Internet, he comprobado que casi todo lo publicado sobre el tema pone mucho
énfasis en los aspectos tecnológicos y también en la presencia y actividad en
redes sociales.
Como
ya he comentado por aquí en más de una ocasión, lo importante – para mí – de
la web 2.0 no es la propia web 2.0 – ni la
tecnología en general – sino los comportamientos y
consecuencias que se derivan de ella. Lo que me parece
realmente clave es entender qué significan para nosotros los innumerables
cambios que se están produciendo a raíz de todo este
desarrollo tecnológico y cómo podemos adaptarnos a ellos para
aprovechar al máximo las innegables oportunidades que ofrecen, a la vez que
minimizar las amenazas que también suponen. Si nos centramos en el
aspecto concreto de la profesión, parece que expresiones como
“ser algo” (médico, abogada…), “carrera profesional” o “tener un buen CV” cada
vez son menos relevantes en el contexto actual. En ese
sentido, este post pretende ser un punto de partida para una conversación sobre
qué cualidades definen a la persona bien equipada para
hacer frente con éxito a los retos del siglo XXI.
Probablemente haya muchas más pero, para ir “abriendo boca”, a mí se me
ocurren estas 10:
1. Adaptabilidad:
Sabemos por Darwin que la clave para la supervivencia no son
la inteligencia ni la fuerza, sino la capacidad de adaptación.
En el caso que nos ocupa, implica además haber desarrollado el hábito de mantener actualizada tu cartografía mental , ya
que, para poder adaptarte al mundo y a las circunstancias que te rodean, primero
necesitas saber dónde estás. Sorprendentemente, muchas de las
personas que no cambian no lo hacen porque ni siquiera son conscientes de que su mundo ha cambiado y,
por tanto, no ven la necesidad de cambiar
2. Tolerancia
al riesgo y a la incertidumbre: Si hay algo que sabemos
sobre el futuro es que será distinto de lo que conocemos y,
probablemente, también distinto de cómo lo imaginamos. La capacidad para asumir
de forma habitual riesgos más o menos razonables, saber
encajar los fracasos de forma positiva – entendiéndolos
como aprendizaje – y cambiar la forma en que tomamos decisiones,
moviendo el foco hacia tomar decisiones correctas en lugar de
decisiones acertadas, son elementos esenciales para navegar con éxito en tiempos líquidos
3. Orientación
a proyectos: El proyecto es al siglo XXI lo que el puesto de trabajo fue al siglo XX. La capacidad
para trabajar orientado a resultados concretos,
acotados en el tiempo, compaginando varias actividades a la vez para uno o
varios clientes se irá convirtiendo en algo cada vez más habitual
4. Movilidad:
Estrechamente ligada a la anterior, la capacidad para trabajar en
cualquier lugar, presencialmente y de forma remota, amplia tus
posibilidades a la hora de integrarte en redes diversas y trabajar en
múltiples proyectos. Esta es una de las principales características que
definen a un knowmad, el concepto que mejor expresa cómo es una
persona que posee todas estas cualidades de las que estamos hablando
5. Autonomía:
Trabajes por cuenta ajena o por cuenta propia, ser una persona autónoma
significa ser una persona con recursos propios. Contar con
un entorno personal de aprendizaje (PLE), ser capaz
de acceder a información en inglés y desarrollar un perfil en “T” (combinar
la especialización en un tema muy concreto con una amplia variedad de saberes
diversos más generalistas) son algunas de las claves para ello
6.
En
red: La red es la estructura que mejor se adapta a un
mundo interconectado y también la que más eficientemente ayuda a mantener y
desarrollar muchas de las cualidades que estoy comentando aquí. Ser una
persona independiente hace aún más necesaria la conexión
a múltiples redes como forma óptima de mantener
al día nuestro conocimiento, llegar al máximo de clientes y contar con los
recursos necesarios para abordar cualquier proyecto
7. Curiosidad:
En
8. Tecno-consciencia:
Aún hoy sigue habiendo muchas personas que justifican su analfabetismo
digital diciendo que no les gusta la tecnología, que es muy difícil, que no
tienen tiempo o que realmente no es algo tan importante. A todas ellas les
diría que piensen lo que quieran pero que hoy día, sin unas mínimas destrezas
tecnológicas, estás fuera del mundo, y no solo del mundo profesional. En
otras palabras, saber de tecnología no es una opción. Pero más
allá de saber de tecnología, la tecno-consciencia implica saber qué
tecnologías existen, cuáles van surgiendo, para qué sirven, quiénes saben de
cada una de ellas y cómo aprenderlas en caso necesario
9. Marca
personal: Más allá de tu título y de tu CV, lo que
ahora importa es tu marca personal, es decir, la huella que dejas en otros,
sean clientes, colaboradores, etc. La marca personal va mucho más allá del marketing en redes
sociales e incluye todo lo que haces, cómo lo haces, con
quién lo haces y para quién lo haces. Tener una marca personal sólida
significa que eres unapersona con credibilidad, fiable y excelente reputación
10. Productividad personal:
Y por supuesto, no podía faltar esta cualidad. En un mundo donde el número de
cosas por hacer es tal que necesitaríamos varias vidas para hacerlas todas,
es esencial contar con un método que te ayude a poner el foco en lo realmente
importante y que te proporcione el control y la perspectiva necesarios para lograr los
resultados que buscas
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viernes, 29 de noviembre de 2013
10 Cualidades Profesionales Indispensables para el Siglo XXI
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