Para muchos emprendedores lo difícil no es encontrar capital, sino el talento para desarrollar sus compañías, que implican exigencias profesionales nunca vistas.
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La visión de los emprendedores que crean nuevas compañías no sólo sirve para detectar los negocios del futuro. También permite identificar profesiones que antes no existían y que ahora demandan para sus empresas. El impulso de nuevas tendencias sociales implica necesidades desconocidas, y satisfacerlas lleva a la aparición de compañías inéditas, que suponen un entorno en el que se acepta el pensamiento diferente, que exige capacidades distintas y favorece la creación de nuevos perfiles, empleos nunca vistos y profesiones asociadas a esa nueva perspectiva de la compañía.
Las nuevas tecnologías cambian el panorama laboral y provocan la aparición de perfiles y profesiones como el inevitable community manager, el curator de contenidos, los expertos en ergonomía y usabilidad, los gestores de reputación online o el brand evangelist, desarrolladores de tecnologías móviles, o de soluciones para el Internet de las cosas. En todo lo que tiene que ver con la análitica, la métrica, los resultados y la medición resulta complicado encontrar a expertos capaces de convertir los datos en conclusiones que ayuden a tomar decisiones.
La necesidad de saber vender en Internet –hablamos de negocios con muchas cuentas y hay que tener muy claras las métricas y también pensar en ratios nuevos– hace que los sabios verticales ya no sirvan. Necesitas nuevos perfiles como el de panoramista –dedicado a pensar cómo se va a aceptar interna y externamente el produto de una compañía–; el generador de clima interno; los motivadores internos –encargados de gestionar eficazmente a los equipos dirigidos por la pasión–; o los gestores de emociones, expertos en analizar los momentos de la verdad que esas emociones crean en el usuario y que provocan que una compañía tenga fans antes que clientes.
Para lograr a los nuevos profesionales que hagan funcionar a tu empresa distinta, debes seguir ciertos consejos:
- Te interesa el perfil de aquellos profesionales que están al tanto, que se forman continuamente. Son aquellos que se hacen responsables de su trayectoria y de su propia empleabilidad. El liderazgo personal se percibe como un nuevo valor profesional, al que se suma el espíritu imprendedor: el de los que miran a su alrededor y, si no encuentran las condiciones adecuadas, las crean.
- Busca profesionales que demuestren creatividad en la manera de obtener sus resultados y que sean muy adaptables a las nuevas situaciones. Es necesario hacer cosas nuevas, inventar productos o servicios, diversificar, aprender de otros sectores, buscar canales diferentes, importar ideas de éxito probado o, lo que es mejor, crearlas, y esto requiere un perfil específico con características personales difíciles de medir.
- Identifica a gente que sepa hacer muy bien lo que se necesita en cada momento. El mercado laboral demanda perfiles que puedan innovar y que conviertan una dificultad en reto o posibilidad.
- Para encontrar esos nuevos perfiles debes saber buscar y hacerlo de un modo diferente. A las ofertas de empleo que surgen con los nuevos proyectos se apunta mucha gente, pero muy pocos candidatos cumplen los requisitos exigidos por los fundadores de nuevos proyectos. Muchas compañías no son capaces de conocer su verdadero ADN. Por eso, cualquier oferta que puedas proponer ha de ser muy eficaz en lo que se refiere a sintetizar qué es realmente tu empresa. No se trata sólo de habilidades técnicas, sino de formas de sentir el trabajo.
- Cuando abras una posición será porque necesitas a una persona concreta. Y debes saber exactamente lo que requiere tu compañía en cada momento.
- Debes identificar a personas que en situaciones límite o de emergencia mantengan el aplomo; a quienes, ante la incertidumbre y ambigüedad, sean capaces de tomar decisiones y asumir riesgos medidos aunque cuenten con información incompleta.
Cuando el cargo habla de una nueva realidad de empresa
El cambio para algunas compañías está en la nomenclatura de sus cargos directivos. No hay CEO, ni presidente, director general o director financiero...Allí manda el captain, el champion, o el mighty eagle. Puede parecer una extravagancia, pero esto tiene que ver con un cambio de cultura organizativa, casi siempre protagonizada por personas que lideran nuevas ideas. Detrás de esos nuevos nombres hay algo que se transforma y que se mueve inevitablemente.
El cambio para algunas compañías está en la nomenclatura de sus cargos directivos. No hay CEO, ni presidente, director general o director financiero...Allí manda el captain, el champion, o el mighty eagle. Puede parecer una extravagancia, pero esto tiene que ver con un cambio de cultura organizativa, casi siempre protagonizada por personas que lideran nuevas ideas. Detrás de esos nuevos nombres hay algo que se transforma y que se mueve inevitablemente.
Los cargos inéditos como los descritos responden a la búsqueda de profesionales creativos que generan nuevos negocios. Se suele utilizar nombres con una fuerte carga positiva, asociados a puestos motivantes y a un tipo de persona que logra resultados.
Define a los profesionales que tienen una manera de resolver ciertos problemas fuera de lo común y se asocian a personas que sienten su marca, que la lideran, generan motivación y una identidad e implicación con un proyecto profesional.
Fuente: Expansión
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