“Muchos desempleados encuentran otro trabajo gracias a programas de reinserción laboral contratados por la misma empresa que les despide”
La desaceleración económica y el pinchazo de la burbuja inmobiliaria han colocado las cifras del paro en tasas no registradas desde abril de 1998. El pasado mes de julio se apuntaron a las listas del Servicio Público de Empleo 36.492 personas, un 1,5% más respecto a junio, lo que sitúa el número total de desempleados en España en 2.426.916, según datos proporcionados por el Ministerio de Trabajo.
Expedientes de regulación de empleo, reestructuraciones de plantilla, despidos masivos... Lamentablemente estas noticias empiezan a ser habituales casi a diario, y previsiblemente lo seguirán siendo durante los próximos meses. En etapas de recesión económica como la que vivimos, muchos trabajadores se encuentran inquietos ante la posibilidad de perder sus puestos de trabajo, algo que supondría un gran drama personal y familiar para la mayoría. En algunos casos, sin embargo, los empleados despedidos tienen la suerte de pertenecer a empresas que han contratado programas de recolocación -"outplacement"- sistema de larga tradición en otros países desarrollados, que poco a poco se emplea cada vez más en España. Aunque suelen utilizarlo sobre todo las grandes empresas y las multinacionales, algunas pymes ya empiezan a hacer uso de este sistema.
La compañía que despide al trabajador contrata y paga los servicios de una empresa especializada que asesora al desempleado
¿En qué consiste el proceso de recolocación? El objetivo de este servicio es que la persona despedida encuentre en un plazo medio, de entre tres a seis meses, un nuevo empleo acorde a su nivel. Para ello, se le da preparación, medios y ayuda de distinto tipo. El programa es realizado a través de una empresa especializada, contratada por la compañía que la despidió, y que interviene activamente asesorándole de la manera más eficaz. Una aclaración importante: este servicio no tiene coste alguno para el empleado despedido, sino que los gastos corren por cuenta de la empresa que despide. ¿Qué gana con ello?
Para el empleado despedido, las ventajas son también más que evidentes. La más importante es que se favorece una disminución de su de paro. Aunque no haya una garantía absoluta de éxito, "las empresas de 'outplacement' recolocan a más del 70% de sus candidatos en un plazo de cuatro meses. Transcurridos siete u ocho meses desde el inicio del proceso, la cuota de éxito roza el cien por cien", según indica el experto Juan Lunar.
EL PERFIL DE LOS CANDIDATOS
Una de las principales consultoras especializadas en "outplacement" suele realizar un retrato robot de las personas que se benefician de los servicios de recolocación. El perfil es el siguiente:
EL PROCESO, PASO A PASO
Hay personas que suelen confundir el "outplacement" con otro tipo de servicio. No se trata de un gabinete psicológico, ni de un cursillo de formación sobre "cómo encontrar empleo". Tampoco es una bolsa de empleo o un centro de reunión de buscadores de empleo donde pasan su tiempo los candidatos ahora que no trabajan, pero lo que sí se hace -según señala Lunar- es procurar que el despido sea percibido por el afectado "como un desafío y una nueva oportunidad más que como una quiebra o una desgracia", así como facilitar medios a los trabajadores desvinculados para su reinserción o reconversión laboral.
Los trabajadores despedidos que se acogen los programas de reinserción laboral suelen seguir una serie de etapas que culminan con su posterior recolocación en otra empresa. Dichas etapas son, según los expertos, las siguientes:
El "outplacement" no termina cuando el candidato encuentra empleo, pues el objetivo es que esté plenamente satisfecho e integrado en su nuevo puesto
Según los especialistas, la mayoría de los empleados despedidos suele aceptar de muy buen grado la ayuda de los consultores en recolocación. A lo largo de todo el proceso el candidato tiene el acompañamiento de un consultor, que realiza el seguimiento de su evolución, mediante entrevistas regulares y un asesoramiento muy directo. A su vez el candidato recibe, en manera de seminarios, la formación que necesita para tener éxito en la búsqueda de su nuevo puesto de trabajo. El objetivo prioritario es fortalecer a la persona para que haga frente a la búsqueda del nuevo puesto de trabajo con garantías de éxito. Además, el candidato tiene a su disposición un centro de documentación que hace las veces de oficina, en la que tiene a su disposición ordenadores, Internet, bases de datos, fax, fotocopiadoras, mensajería, teléfono y toda una larga lista de elementos para su utilización, de forma que se convierte en su base de operaciones para seguir todas las fases hacia su recolocación.
No obstante, en una de las más importantes consultoras especializadas señalan que no todos los empleados tienen hacia este servicio la misma actitud. Ésta puede ser:
Por regla general son las empresas las que contratan directamente a los expertos en "outplacement" para recolocar a los empleados despedidos. Pero, ¿es posible que sea el propio trabajador el que contrate estos servicios por su cuenta? Los gabinetes de "outplacement" suelen negarse a la propuesta de un candidato de que sea él la persona que pague la factura, según indica Juan Lunar. Este obstáculo, sin embargo, puede sortearse fácilmente si se llega a un acuerdo con la compañía en la que se ha trabajado. Por otro lado, en la actualidad también existen servicios de asesoramiento personalizado y gratuito para encontrar empleo dependientes de administraciones públicas y otras entidades.
Fuente: Consumer
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viernes, 17 de junio de 2011
Recolocación de trabajadores despedidos
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