Cada
vez es más común en Europa que los servicios públicos y las agencias de
colocación trabajen juntos. El intercambio de información, el trasvase de
desempleados a la red privada o la atención a colectivos específicos son
acciones que pueden servir de modelo a España.
La colaboración entre los servicios públicos de
empleo (SPEE) y las agencias de colocación es un clásico en algunos países de
Europa. Sin embargo, en España es algo todavía incipiente. Los acuerdos entre
las entidades privadas con ánimo de lucro y los entes públicos todavía no se
han suscrito y, por tanto, se desconoce cómo se trabajará para mejorar la
eficiencia del mercado de trabajo. Esta colaboración es uno de los puntos en
los que se apoya la modernización de las políticas activas de empleo, y
nuestro país puede inspirarse en los modelos europeos para obtener buenos
resultados. “La novedad que ha supuesto autorizar a las empresas de trabajo
temporal (ETT) como posibles agencias de empleo significa alinearse con la
mayoría de los Estados de la Unión Europea, y se considera un mecanismo que
favorece la generación de empleo y la inserción en el mercado laboral”,
explica Bernardo Pérez-Navas, asociado principal de laboral de Garrigues.
Así es como funciona la
colaboración público-privada en algunos países de Europa:
Alemania. El primer acuerdo de colaboración se firmó en
2002. Lorenzo Rivarés, portavoz de la Asociación de Grandes Empresas de
Trabajo Temporal (Agett), señala que este programa se basa en el intercambio
de información –las agencias privadas facilitan datos sobre desempleados y
empresas, a la vez que pueden acceder a las bases del sistema público–, en la
cooperación para la integración de diversos colectivos, y en las reuniones
para tratar asuntos de interés común.
Alfredo Loizaga, director de administraciones
públicas de Randstad, destaca que las organizaciones privadas gestionan a las
personas desempleadas entre seis meses y un año con el objetivo de mejorar su
empleabilidad. “Esto incrementa la posibilidad de contratación a través de la
red privada en un plazo más corto”, añade el experto.
Francia. Pérez-Navas expone que “el sistema galo
establece un mecanismo de cooperación en el que pueden existir agencias
privadas dependientes de entes públicos o totalmente privadas”.
“El sistema británico se basa en resultados; se paga según el tiempo que
el trabajador tiene el empleo”
La colaboración comenzó en 1994 y el último
acuerdo se firmó a finales de 2011. Este convenio continúa con el intercambio
de información sobre vacantes y candidatos, la cooperación para atender
necesidades específicas y se ha llegado a acuerdos de confidencialidad de
datos. Riverés señala que “Francia ha puesto en marcha numerosas iniciativas,
y se ha visto qué funciona y qué no. Esto se podía trasladar a España”. Este
experto apunta además que este año el servicio público francés pidió ayuda
para emplear a más de 300.000 personas.
“Las agencias privadas alemanas ayudan en la búsqueda de trabajo a los
parados entre seis meses y un año”
Holanda. La colaboración entre los organismos privados holandeses
y el servicio público de empleo es una de las más antiguas de Europa: comenzó
en la década de 1980. El portavoz de Agett apunta que “las distintas
entidades, incluso, comparten edificio y sala, para facilitar la ayuda al
desempleado”.
Algunas de las bases de esta cooperación son la
formación para los recién parados, las reuniones habituales entre los entes y
la publicación de las ofertas de empleo de las agencias privadas en la web de
los servicios públicos.
Reino Unido. The Work Programme es la última
iniciativa de cooperación. Mediante este sistema el desempleado que no ha
encontrado un trabajo a través de los servicios públicos pasa a la red
privada. Una vez que la persona está colocada, el incentivo para las agencias
de empleo reside en mantener el mayor tiempo posible a ese trabajador en el
puesto. Los expertos coinciden en que el sistema británico es el camino a
seguir.
Margarita Fernández, abogada de Baker &
McKenzie, opina que debería primarse la productividad como en Reino Unido.
“Una parte del pago a las agencias de colocación está basado en los
resultados y se cobra la comisión según el tiempo que el empleado tiene el
trabajo. Así se fomenta el empleo estable”.
Fuente:
Expansión
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lunes, 22 de octubre de 2012
Así funcionan los ‘Inem’ europeos
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