martes, 2 de octubre de 2012

Cómo hacer negocios para tener éxito en Portugal

El país luso ha agilizado la burocracia para abrir empresas y conseguir licencias de obra hasta el punto de que en un solo día puede estar constituida y en funcionamiento tu nueva sociedad.

"El primer día que un español llega a Portugal puede acabar con la empresa constituida y en actividad", asegura Pedro Ruiz, empresario español que en 1993 se trasladó a vivir a Portugal y en 2003 fundó allí la cadena de gimnasios Vivafit. Ahora cuenta con 55 centros en este país y ha abierto, en régimen de franquicia, locales en España, India Singapur, Uruguay y Chipre.
La explicación es sencilla: Empresa na hora (Empresa en una hora), la modalidad telemática creada por el Gobierno luso en 2005 para reunir y agilizar los trámites de puesta en marcha de un nuevo negocio. Ruiz recuerda que cuando llegó a Portugal "era uno de los países con mayor burocracia. Pero hace doce años el Gobierno se empeñó en modernizar el Estado. Crearon los Centros de formalidades de la empresa que albergan todos los organismos necesarios para crear una compañía e iniciar su actividad".
Recomendaciones
En cuanto al modo de trabajar, Francisco Vázquez, presidente de Despacho de Arquitectura 3G Office, que abrió su negocio en Lisboa en el año 2000, considera que es fundamental integrarse en la cultura y modo de trabajo del país en el que te instalas. "Los portugueses son muy formales, serios y extremadamente cuidadosos con las formas y los tiempos. Algo que en España se está relajando. Además, hay que salvar las tiranteces que siempre han existido entre ambos países". Por eso, considera que es mejor crear una empresa portuguesa con personal nativo antes que abrir una simple delegación.
Franquicias
Otra modalidad para emprender en el país vecino es a través del sistema de franquicias. Santiago Barbadillo, presidente de Barbadillo Asociados, señala que "los portugueses son muy inquietos y avispados. En muchos casos, acuden directamente al franquiciador de un negocio que les interesa para hacerse con la master franquicia –la exclusiva de la marca en el país–".
No obstante, esta no es la única forma de introducirse en una enseña en el país vecino. Barbadillo explica que "el marco jurídico portugués, permite a un español operar a través de franquicias individuales, sin necesidad de conceder una master franquicia".
María Dolores Sevillano, directora de consultoría de Tormo Asociados, explica que "no existe normativa específica que regule el sistema de franquicia. Se rige por la legislación general mercantil y civil y por la reglamentación europea de competencia". Estas facilidades, junto a la proximidad geográfica, convierten al país luso en uno de los destinos más elegidos por las franquicias españolas.
No +Vello es una de las enseñas españolas que está en el mercado luso. Entró en 2008 bajo el sistema de master y ahora cuenta con 100 locales. Paz Parga, directora internacional de la firma, destaca que "las mayores salvedades vienen de las juntas municipales, que establecen unas condiciones muy concretas. Pero las licencias de obras se conceden más rápido que en España".
En cuanto a los sectores con mayores oportunidades, Walden Fernández, consejero económico y comercial de la embajada de España en Portugal, destaca que "a pesar de la fuerte crisis, el medio ambiente, los recursos del mar (energía de las olas, off shore eólico y recursos marinos), el turismo de alto nivel, las tecnologías de la información, los servicios y la formación son los más punteros". En el caso del turismo, además de los dos principales núcleos económicos, Lisboa y Oporto, destaca la zona del Algarve y el archipiélago de Madeira.
Consejos para crear una sociedad en el país vecino
A la hora de crear una empresa en Portugal conviene conocer el tipo de sociedades y figuras entre las que se puede optar:
  • Dentro de las sociedades de derecho portugués existen principalmente dos tipos: la sociedad por cuotas (sociedad limitada) para la que la Ley establece un mínimo de dos socios y un capital social de 5.000 euros; y la sociedad anónima, que precisa de cinco socios y un capital social de 50.000 euros.
  • En Portugal pueden ejercer la representación comercial tanto personas individuales como colectivas y con frecuencia los propios importadores, distribuidores, comerciantes; incluso, fabricantes del mismo sector o sectores análogos.
  • Existe también la figura del "establecimiento individual de responsabilidad limitada", en que el empresario responde de sus deudas sólo con el patrimonio afecto al ejercicio de la actividad empresarial.
  • El Instituto Portugués de Apoyo a la Pequeña y Mediana Empresa (www.iapmei.pt) dispone de un centro que reúne todos los organismos relacionados con la creación de empresas.
Fuente: Expansión

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