Trabajar de jardinero

En tiempos difíciles, quienes lo tienen más complicado para encontrar un empleo son las personas con menos preparación. A menudo hemos hablado en este blog sobre las ventajas de la formación continua, e incluso es sabido que los talleres de empleo del INEM (Instituto Nacional de Empleo) ofrecen cursos para desempleados. Sin embargo, hay quienes no tienen tiempo para ello, y aún para quienes lo tienen, hay ocasiones en las que no son suficiente para aspirar a según qué puestos. Bien es sabido que los trabajos que requieren de poca o nula preparación no abundan, pero existen. Y para muestra un botón: el trabajo de jardinero. Siendo sinceros, lo ideal para ejercerlo es poseer el título homologado correspondiente. Existen dos Ciclos Formativos de Grado Medio que te pueden ser útiles: el de Jardinería y el de Jardinería y Floristería. Pero en este oficio, como en todos, lo más importante es la experiencia. ¿Cómo adquirirla? Muchos son los que empiezan trabajando solo los fines de semana con unas tijeras de podar, arreglando jardines de vecinos por poco dinero, para irse comprando con el tiempo maquinaria más cara como, por ejemplo, la cortadora de césped. Otra forma de adquirirla es aceptando algún trabajo temporal y de sueldo más bien precario, que es lo que actualmente ofrecen muchas empresas a quienes desarrollan este oficio. Con el tiempo, quienes deseen seguir empleados por su cuenta pueden darse de alta como autónomos y seguir trabajando para particulares o empresas privadas. Las urbanizaciones, sin ir más lejos, son el lugar perfecto para ello. Chalés con inmensos jardines que necesitan de un buen mantenimiento. En ese sentido, es posible cobrar por meses, con sueldos que no suelen superar los 500 euros, o por unos 10 – 20 euros la hora. El de jardinero también es un buen trabajo para personas discapacitadas, pues a menudo se las busca expresamente para ejercer el puesto. En el caso de las oposiciones, o también están abiertas a ellas, o se les reserva un número determinante de vacantes en el caso de las más numerosas. Si eres de los que no distingue un manzano de un albaricoquero, mejor que te abstengas. Pero si disfrutas cuidando de las plantas y tu casa está en continua fotosíntesis, no descartes esta oportunidad laboral. Los amantes de la jardinería que han hecho de su afición un oficio hablan maravillas de él. Eso sí, el camino hasta lograr vivir de la jardinería es largo. Prepara la mochila. Fuente: Buscar empleo