La Tierra Prometida tiene la mayor densidad de ‘start up’ del mundo. Es un país plagado de fondos de inversión y viveros de empresas que lo convierten en un auténtico vergel para los nuevos negocios.
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De norte a sur y de este a oeste es fácil encontrar en Israel puntos en los que un emprendedor desarrolle sus proyectos. Este pequeño país, de apenas siete millones de habitantes, se ha ganado la denominación de nación start up por ser uno de los líderes mundiales en innovación, cuna de premios Nobel, foco de atracción de fondos de inversiones de capital riesgo y referencia en el ámbito de la alta tecnología.
Durante los últimos meses se ha puesto de moda entre directivos y emprendedores, españoles y extranjeros, hacer la peregrinación del emprendimiento. Al llegar observan que buena parte de las grandes compañías tecnológicas del mundo tienen aquí su segundo hogar.
Intel, HP, IBM, Google, Samsung o Microsoft son algunas de las firmas que han escogido este pequeño país como lugar para situar sus centros de investigación y desarrollo. Al mismo tiempo, Israel es en sí mismo un gran ecosistema emprendedor y una fábrica incesante de start up. El país tiene la mayor densidad de nuevos negocios del mundo y cuenta con más cotizadas en el Nasdaq que Francia, Inglaterra y Alemania en conjunto.
Dónde y a quién acudir
En Tel Aviv, por ejemplo, un emprendedor puede encontrarse con diferentes lugares en los que desarrollar sus ideas. The Junction, espacio creado por el fondo Genesis Partners, ofrece a cada nuevo empresario un lugar donde acudir a trabajar y a conectar con otros emprendedores de la urbe. Al norte de la ciudad se encuentra The Time, la mejor incubadora de start up del país.
- En Jerusalén, quien quiera emprender encuentra en Jerusalem Venture Partners (JVP) el aliado perfecto. Este fondo de inversiones capitaneado por Erel Margalit, uno de los mejores inversores de Israel, destaca por su visión innovadora en el campo de la creación de empresas y por manejar cerca de 900 millones de dólares.
Fiona Darmon, VP investor relations de JVP, explica cómo la sede del fondo está organizada como “un ecosistema emprendedor en el centro de la ciudad” en el que conviven las compañías en proceso de aceleración con el fondo de inversión y con otros elementos clave a la hora de potenciar la creatividad del emprendedor. Darmon destaca que este centro cuenta con “actuaciones musicales en directo cada tarde” y añade que en “JVP también tenemos una discoteca”. El fondo pretende construir una zona residencial para emprendedores e instalar una cafetería para lograr un mejor ecosistema.
- En Startau, centro de la Universidad de Tel Aviv asociado con el IE Business School , el objetivo es ayudar a las start up y a sus creadores a lanzarse al mercado y fomentar el espíritu innovador. Parte de ese impulso lo realizan con la International Business Week, un evento en el que diferentes emprendedores de todo el mundo acuden a Israel para descubrir la Startup Nation y conectar con fondos de inversión israelíes, incubadoras de start up y emprendedores locales.
María Valcarce, que asistía por segunda vez a este encuentro internacional, vino con el objetivo de “buscar inversores” ante la dificultad de captar fondos en España. Su idea es “crear un hotel global con restaurante y cóctel bar a un precio low cost” dando prioridad al diseño y a las nuevas tecnologías.
En este encuentro, Valcarce conoció a Tomer Tagrin, un joven israelí que con 28 años ya presume de haber fundado Yotpo, una start up que ha logrado una inversión de 2,2 millones de dólares. Tomer destaca que, al principio, lo más complicado es “conseguir financiación” y que más adelante uno de los grandes obstáculos es “construir un equipo de superestrellas sin tener conocimientos sobre dirección”. Según Tomer “el equipo es el ADN de la empresa”.
- Yanki Margalit, exfundador y CEO de Aladdin, es otro ejemplo de la iniciativa empresarial de los israelíes. Construyó su primer ordenador cuando tenía 14 años y con 15 ya había creado su primer negocio. Años más adelante vería como su firma se convertiría en líder global de seguridad en internet, con 600 empleados y ventas superiores a los 150 millones de dólares. En 2008, tras la adquisición de Aladdin por un fondo de inversiones estadounidense, Yanki comenzó un nuevo camino como business angel. En la actualidad preside Space Il, un proyecto con el que pretende “lanzar la primera nave espacial israelí a la Luna para inspirar a las nuevas generaciones”. Este emprendedor aconseja “pensar siempre en el futuro, teniendo en cuenta que no podemos predecirlo”.
Los Diez Mandamientos para entender la cultura emprendedora
1. Las riquezas de la escasez. Los colonos judíos lograron con tecnología revolucionar las tierras áridas.
1. Las riquezas de la escasez. Los colonos judíos lograron con tecnología revolucionar las tierras áridas.
2. Las estructuras horizontales en las empresas y en la sociedad favorecen la creatividad.
3. Disciplina marcial. El servicio militar para todos les permite gestionar equipos desde muy jóvenes.
4. Mentalidad abierta. La inmigración fomenta la innovación y las ganas de progreso.
5. Aprovechar un marco jurídico. El Estado de Israel remueve los obstáculos que frenan la innovación.
6. Perder el miedo al fracaso. Los israelíes ven el fallo como una oportunidad para crecer.
7. Orientarse a sectores de gran crecimiento y con modelos de negocio escalables.
8. Espíritu de comunidad. Inspirado en el ‘kibutz’ aprenden las ventajas de compartir y colaborar.
9. La colaboración público privada en investigación y desarrollo es clave, en especial con las universidades.
10. Los frutos tardan en llegar y hay que estar incluso dispuesto a perder dinero en el camino.
Fuente: Expansión
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