El sistema económico y social necesita cambios. Y los que se avecinan son profundos y muy importantes. Saber cómo asumirlos y acometerlos es fundamental para que alcancen los objetivos marcados.
Los profesores de Esade, Ceferí Soler y Joan Quintana, ofrecen 8 consejos para “navegar durante el cambio” del 2012: no tengas miedo a modificar tu plan inicial, conoce muy bien a tus aliados y opositores, gestiona bien tu éxito y convierte a la comunicación en tu gran aliada son algunas de sus recomendaciones.
En estos momentos los directivos y empresarios se enfrentan a situaciones de transformación y adaptación. Sobrevivir a un tránsito en el que se dejan unas creencias determinadas y se acepta una nueva realidad no es tarea fácil. Para ayudar a afrontar estas modificaciones los profesores, Ceferí Soler y Joan Quintana, consideran que es fundamental elaborar una cuidada planificación que permita realizar las transformaciones necesarias pero de la manera más rápida, sencilla y poco traumática.
A modo de cuaderno de bitácora, Soler y Quintana, profesores del departamento de dirección de personas y organización de Esade, recogen en su libro, Anticípate, las pautas a seguir, a la vez que insisten en que el éxito de esta misión depende en gran medida del modo en el que se ejerza el liderazgo. Sobre este punto hacen especial hincapié en que “liderar es anticiparse”.
Para comenzar a actuar, recuerdan que el ser humano, por su naturaleza, está preparado para asumir cambios. A pesar del miedo y la incertidumbre inicial, sabemos evolucionar, adaptarnos y transformarnos; y la herramienta básica para lograr estos objetivos no es otra que la comunicación.
En el proceso de cambio existen tres etapas diferenciadas: impacto, elaboración y acción
Partiendo de esta idea, su guía de consejos para el 2012, incluye mensajes para estos directivos como: “No hables de cambio porque provoca miedo”, “diferencia entre necesidad, demanda y deseo” o “genera necesidad de anticipación habilitando espacios para conversar”.
Para los profesores de Esade, la capacidad de anticiparse y saber valorar al grupo impulsor en la transición al cambio y a sus patrocinadores es algo imprescindible. Según Soler y Quintana existen tres etapas diferenciadas en esta metamorfosis: impacto, elaboración y acción. A lo largo de estas fases, los expertos subrayan la importancia de “realizar un reconocimiento histórico de la empresa e identificar las creencias que pueden ser reconvertidas”.
Con el propósito de acompañar y guiar a los afectados por las modificaciones inminentes en su empresa ofrecen ocho consejos para “navegar durante el cambio” del 2012:
Hoja de ruta
1. No confundas el mapa con el territorio: ante contratiempos inesperados nuestra hoja de ruta debe ser revisada. Algunos directivos caen en el error de consultar el mapa anterior porque les había conducido correctamente, pero no son conscientes de que este mapa ya está obsoleto.
2. Maneja bien el tiempo de la intención, tu principal aliado. El buen líder del proceso de cambio se regirá por el tiempo kairos, el tiempo de la intencionalidad, de la estrategia y de lo conveniente y que se distingue del kronos, el tiempo de la acción o cronológico que utilizamos para planificar las fases de un cambio.
3. Calibra la predisposición identificando a aliados y opositores. Clasificar a las personas en función del grado de predisposición al cambio (reacios o favorables) ayuda a manejar el proceso de transformación de los diferentes departamentos de una empresa evitando confrontaciones y ayudando a completar el ciclo de forma más.
4. Gestiona bien el éxito. Puede abrir caminos, pero también anestesia. Es importante que los éxitos en un proceso de cambio se atribuyan siempre a la totalidad de la empresa y no sólo a sus líderes.
5. Sé hábil con lo que crees que sabes. Tal vez ya no sirva. Evita la “autoindulgencia” de tomar como referencias anteriores experiencias de éxito en una realidad de cambio.
6. Calibra el peso de las tecnologías y de los conocimientos. El conocimiento y la implantación de tecnología en un proceso de cambio aceleran uno de sus objetivos: conseguir que este impregne todos los estamentos de la empresa de la forma más rápida y eficaz posible.
7. No subestimes los estados emocionales. En una realidad de tránsito experimentamos tres fases: impacto, elaboración y acción, cada una de ellas está representado por diferentes criterios.
8. Comunica con un lenguaje nuevo. La nueva realidad lo requiere. La comunicación interna ha de estar instalada en la empresa, ser funcional con carácter previo al cambio y mantenerse a largo plazo. Este diálogo interno proporciona una oportunidad a la empresa para que sus actores se vinculen a la nueva realidad.
Fuente: Expansión
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lunes, 2 de enero de 2012
8 claves para afrontar los cambios empresariales de 2012
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