Decálogo para elegir el mejor máster

En estas fechas, miles de profesionales y recién titulados universitarios están buscando un programa de posgrado para mejorar su formación, acceder a un empleo o montar una empresa. Un proceso para el que hay que tomarse un tiempo, analizar información, hacer preguntas y tener en cuenta una serie de factores para escoger la escuela de negocios más idónea. Un candidato debe dedicar un tiempo suficiente a recoger información, opiniones y testimonios sobre las escuelas de negocios en las que está barajando matricularse. Debe someterlas a su personal control de calidad, haciendo preguntas y analizando cuál es la más idónea para su perfil, sus objetivos y su capacidad adquisita. Para decantarse por un programa de posgrado, afirma Rafael Rodríguez-Alberola, socio director de la consultora especializada en el sector Círculo Formación, "no basta con elegir, hay que acertar". Porque será una decisión que implicará una inversión económica y una dedicación de tiempo y esfuerzo personal. Pero también se podrá conseguir un retorno de esda inversión. Un ejecutivo de más de 50 años con un máster casi triplica el salario medio de otro de su misma edad con FP (85.040 euros al año frente a 30.836). Entre los titulados universitarios, los que tienen estudios de posgrado pueden llegar a ganar 20.000 euros anuales más en puestos directivos, según un estudio de la consultora de recursos humanos ICSA. 1. Proceso de selección Hay másteres para recién titulados universitarios, trabajadores con alguna experiencia y directivos. Los expertos recomiendan hacerlo con una experiencia laboral de al menos dos años para obtener el mayor rendimiento. Aunque a veces, a los recién titulados les puede servir para reorientar su futuro. “Los profesores suelen determinar en gran medida la calidad de un programa de posgrado” Hay que informarse sobre el proceso de selección de cada centro. Cuanto más exigente, mejor; aumentará la calidad de los compañeros de clase. Además de acreditar la titulación universitaria, la experiencia profesional o el conocimiento de idiomas, suele incluir una entrevista personal y a veces una prueba escrita. 2. Horarios Existen cursos a tiempo completo o full time que exigen plena dedicación. Los executivetienen horarios que se pueden compaginar con la actividad laboral. 3. MBA o especialización El programa generalista es el MBA, que da una visión transversal de todas las áreas de la empresa desde la óptica de la dirección general. Especialmente indicado para titulados de otras disciplinas que quieren asumir posiciones de gestión. Los másteres especializados son recomendables para jóvenes que quieren encauzarse hacia un sector, o profesionales que tienen que reorientar su trayectoria o reengancharse al mercado laboral. Muchos expertos vienen señalando que el futuro de la formación para profesionales pasa, precisamente, por la especialización. 4. Presencial o e-learning Hay másteres presenciales y cada vez más online. El aprendizaje en el aula tradicionalmente ha venido siendo más rico y aportando una mayor red de contactos. Puede ser mas aconsejable si lo que se busca es una inmersión total, un alto en la carrera profesional o un cambio radical de sector. Los programas vía Internet son más recomendables para quienes no pueden asistir a las clases presenciales por falta de tiempo o por motivos geográficos, o para quien sólo quiere adquirir unos determinados conocimientos concretos sobre alguna materia. No obstante, hay quien comienza a pensar que el e-learning puede llegar a ser en ocasiones, más intenso y participativo. 5. España o internacional Los programas españoles compiten perfectamente en calidad con los foráneos. No obstante, adquirir una experiencia internacional es un valor en alza. Hay numerosos centros nacionales que facilitan intercambios con otros países, estancias o incluso prácticas en empresas en el exterior como parte del programa. 6. Plan de estudios Hay que tener en cuenta el contenido del programa, que debe tener un enfoque práctico. Hay que analizar el programa académico que la escuela de negocios debe aportar de forma clara y detallada antes de matricularse, y que debe incluir los bloques temáticos o áreas en los que se estructura y las asignaturas y, al ser posible, los profesores. 7. Reconocimiento empresarial Una de las cuestiones más importantes es su reconocimiento en el mundo empresarial, que es lo que nos abrirá nuevas oportunidades profesionales. Una fuente de información muy fiable para quien se encuentra en el proceso de elegir el centro de formación más adecuado a sus intereses es contactar con responsables de selección de empresas para que expliquen sus vías de colaboración con la escuela de negocios, las posibilidades de trabajar en estas compañías una vez completado el programa y el prestigio de la escuela en el mundo empresarial. “os profesionales con máster presentan menores tasas de desempleo, menor precariedad laboral y mayores salarios” Otra pista sobre el reconocimiento del centro saber si cuentan con alguna acreditación otorgada por organismos que certifican la calidad de la enseñanza. Las más conocidas internacionalmente en materia de MBA son Equis, concedida por la European Foundation for Management Development (EFMD); AMBA es otorgada por la británica Association of MBAs; y AACSB es la certificación de la estadounidense Association to Advance Collegiate School of Business. Existen otras certificaciones, por ejemplo, en el campo de las finanzas. O, más recientemente, las de márketing. Los estudiantes que se graduaron en los años anteriores tienen una visión de primera mano de la institución y pueden transmitirnos cuál ha sido su experiencia reciente. Actualmente, las redes sociales proporcionan una buena plataforma para entrar en contacto con antiguos alumnos y empleadores y hacerse una buena idea del prestigio y oportunidades de empleo de cada escuela de negocios. 8. Profesorado Existen profesores full time que enseñan, investigan, publican y en muchos casos hacen consultoría; part time, que compaginan la docencia con otra actividad; los colaboradores, expertos en un tema invitados a impartir algunas sesiones o una asignatura; y visitantes, normalmente de centros extranjeros, que aportan una visión internacional. Hay que conocer la composición del claustro de profesores, y tener datos sobre su formación y trayectoria profesional. Incluso, se puede entrar en contacto con alguno de ellos para obtener una impresión de primera mano sobre el programa. 9. Bolsa de empleo. Uno de los factores más importantes a tener en cuenta a la hora de seleccionar una escuela de negocios es el funcionamiento de su bolsa de trabajo. A través de este servicio, las empresas hacen llegar ofertas de trabajo a los estudiantes y a sus antiguos alumnos. Una buena opción es contactar con profesionales que pasaron por el centro en cuestión o con profesores que impartirán las clases para comprobar la inserción laboral de sus postgraduados. Hoy en día es sencillo hacerlo a través de redes sociales como Facebook, Twitter o Linkedin. “Hay que tener en cuenta el proceso de selección de alumnos, el plan de estudios, la bolsa de trabajo y el reconocimiento en el mundo empresarial” Las escuelas de negocios y centros de posgrado suelen tener asociaciones de antiguos alumnos que pueden ser otra forma de averiguar las oportunidades profesionales que puede aportarnos cada institución en el futuro. En primer lugar hay que saber si cuenta con este tipo de agrupación y, si es así, informarse sobre si una vez finalizado el programa se organizan actividades que faciliten una red de contactos para nuestra carrera profesional, lo que se conoce como networking. Estas asociaciones ofrecen también en ocasiones servicios como formación continua gratuita o con descuentos durante toda la trayectoria profesional, seguir accediendo a la bolsa de empleo una vez concluido el máster y otras ventajas. 10. Instalaciones y servicios. Siempre es conveniente visitar la escuela en persona para conocer de primera mano sus instalaciones y servicios, como la biblioteca, el acceso a publicaciones, las aulas de estudio y de trabajo en equipo o el acceso a Internet. Fuente: Expansión