miércoles, 21 de diciembre de 2011

Cómo conseguir que los buenos deseos y objetivos se cumplan durante todo el año, no solo en Año Nuevo


Se acerca un nuevo año, y con él vuelven los ya tradicionales propósitos y objetivos que cada uno se marca. Sin embargo, muchos de estos buenos deseos se quedan en solo eso, deseos. Miguel J. Roldán, uno de los coach más reconocidos y presidente de The Internacional School of Coaching establece cuáles son los factores que hacen que estos objetivos puedan cumplirse o no.
Propósitos durante todo el año
En primer lugar, Roldán destaca que es altamente positivo realizarse propósitos durante todo el año, no solo con el Año Nuevo. Existen numerosos estudios que evidencian que aquellas personas que rigen su vida por metas que van a lograr resisten más a las enfermedades y tienen mayor esperanza de vida. “Es importante en la vida y en el trabajo tener un ¿para qué?, un propósito y una intención que guíe nuestra vida”, afirma Roldán. Como durante el resto del año, comenzar el año con nuevos propósitos es positivo y permite focalizar nuestra vida en un nuevo periodo de tiempo.
Plantearse retos pero sin pasarse
En primer lugar, no por establecerse una gran cantidad de objetivos, la motivación y la consecución de los mismos será mayor. Roldán advierte: “hagamos pocos compromisos, pero que sean sólidos. Un compromiso es sólido si hay una actitud clara hacia él y si existe un plan de acción concreto, que debe responder a un simple paquete verbal: ¿Qué? ¿Para qué? ¿Cómo? ¿Cuándo? ¿Dónde? ¿Quién?”.
Del mismo modo, los retos deben ser motivadores, y lo son, si son alcanzables. Si no hay probabilidad de éxito, el reto no es motivador. “Las metas solo deben ser sobre lo controlable y nunca sobre lo no controlable. Controlable es aquello que depende de un cambio en mi actitud o una acción por mi parte”. En este sentido, Roldán añade que “las personas nos proponemos metas que a veces que no podemos controlar nosotros directamente, y eso provoca frustración, y resentimiento”.
Plan de acción, constancia y recordatorios
Miguel J. Roldán establece una serie de pautas que pueden seguirse con el fin de alcanzar los objetivos marcados:
Proponerse una meta. Y anotar los beneficios que nos va a comportar. Es importante conocer los beneficios de la meta, porque esto nos ayuda a ver lo que vamos a obtener gracias a su consecución.
Hacer un plan de acción concreto y específico que conteste estas preguntas básicas: ¿Qué? ¿Cómo? ¿Cuándo? ¿Dónde? ¿Quién? Debe contener un calendario concreto.
Optar por una herramienta que nos ayude. Por ejemplo la agenda clásica de papel, el outlook, el sistema de agenda de nuestro smartphone, listas de tareas, etc.
Poner indicadores de avance revisables en periodos temporales (semana, mes, etc.), que pueden ser cualitativos o cuantitativos, o preferiblemente una combinación de ambos.
Hacer rutinas de toma de conciencia periódica. Por ejemplo, cada mañana dedicar dos minutos al levantarse a meditar sobre nuestro propósito y los beneficios que vamos a conseguir.
Por otro lado, es importante hacerse listas con los propósitos que se quieren cumplir. Tal y como señala Roldán, “las listas permiten ‘vaciar la mente’. Cuando lo tenemos todo en la cabeza y no lo concretamos en listas o agendas, estamos más ansiosos, generamos mas estrés y nos es mas difícil llevar las cosas a cabo, porque nuestra memoria es frágil”.
Fuente: RRHH Press

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