domingo, 11 de diciembre de 2011

La necesidad de resetear España


A nivel educativo, "España es el país de los niños-loro, sin capacidad de creación, a los que se les dice lo que tienen que estudiar para que memoricen y aprueben". En el plano socioeconómico, habitamos la nación del 'no me arriesgo', de familias cuyos patriarcas sueñan con que sus hijos tengan "un sueldo fijo para poder pagar la hipoteca".
En ambos casos, vivimos en "el país de las envidias, del poner la pierna encima, del si te caes te machaco", en el que la figura del emprendedor está mal vista y el prójimo se alegra de las desventuras del vecino, que se convierte en sospechoso sólo por haber arriesgado con una idea diferente. Cambiar estos conceptos es posible mediante la educación; rediseñar España es posible reseteándola desde la infancia.
Así lo cree Álex Penadés, un valenciano que lleva más de 20 años en el mundo de la empresa, formador universitario, hijo y nieto de emprendedores y padre de un niño de 3 años, uno de los nuevos ciudadanos españoles "receptivos al cambio desde la base", una de las raíces de un árbol que debe crecer con el riego de la cultura emprendedora.
En países como Estados Unidos, los niños venden los juguetes que les sobran o retiran con palas la nieve de la cochera del vecino para sacarse unos dólares que invertir en caprichos y educación. En el polo opuesto están los niños de los países subdesarrollados, que aprenden a comerciar para sobrevivir. En ambos extremos hallamos la mentalidad emprendedora que no tenemos en Europa, donde "la juventud crece multiprotegida, académicamente preparada y desvalida en ingenio y actitudes".
Emprendedores desde la infancia
Desde hacer zumo de naranja para el vecindario hasta limpiar los coches de los vecinos, montar una banda de música para tocar en cumpleaños de amigos o ayudar a compañeros con clases particulares, hay una larga lista de actividades que pueden ponerse en práctica desde edades tempranas y que sirven para inspirar proyectos más complejos desarrollables en una etapa adulta.
Álex Penadés se dio cuenta, observando a su hijo, de que tenía la "responsabilidad vital" de luchar para que ese niño y los que vengan detrás no se encuentren la situación de bloqueo en la que se encuentran sus alumnos universitarios y los millones de parados de la España del agujero económico.
Con la idea primaria de "descubrir la figura del emprendedor", este empresario y formador valenciano se puso manos a la obra. Inspirado en la relación con su hijo Martín, alumbró el primer manual de emprendizaje, un vehículo para desarrollar programas y talleres destinados a padres y educadores.
Niños con ocho años tienen la capacidad de entender que se puede pelear por una idea, "no venirse abajo cuando te la tumban y hay que mejorarla", aprender a compartir cuando se alcanza el éxito y descubrir que el mundo no se ciñe a nuestro pueblo, que compartimos una cultura global en un mundo tomado por las nuevas tecnologías.
De la misma forma que un niño idolatra desde la infancia a los deportistas de élite o muestra su disposición a trabajar de mayor en el oficio de sus padres, debe conocer que el camino que recorrieron emprendedores como Cristóbal Colón en la búsqueda de mejores formas de traer comercio de las Indias o Mark Zuckerberg en la creación del revolucionario Facebook es otra opción y muy válida.
Un proyecto 'de corazón'
Los padres deben ser la base de este rediseño educativo y socioeconómico del país. Bastan 10 horas de trabajo con los niños para explicarles "el valor de las cosas, observar lo que ocurre a su alrededor con el fin de crear algo que mejore su entorno", descubrir que hay muchas maneras de llegar a la meta, convertirse en un "forjador de sueños" que permita ganarse la vida con medios propios.
El proyecto no nace buscando el negocio sino como una idea que llegue a la gente. "Aspiramos a crear un movimiento, no una empresa, aunque no se descarta la incorporación de un mecenas llamado Administración o grupo empresarial" para abanderar este proyecto que rediseñe el país. El ambicioso programa del emprendizaje rehuye el protagonismo, basta con "esparcir la mancha de aceite en la sociedad".
Las vías de crecimiento pasan por reforzar la red de pequeños empresarios que andan detrás del proyecto, acceder al nuevo programa educativo para "introducir el gen del emprendedor en las aulas" y crear una fundación que facilite las instalaciones para impartir charlas y talleres y concienciar a la Hacienda Pública de que la rentabilidad pasa por el crecimiento del músculo empresarial y la generación de riqueza.
Sería fantástico que "empresarios como Juan Roig o Jorge Martínez 'Aspar' se involucraran en los talleres" y contaran a los niños cómo empezaron en el mundo de la empresa, cuáles fueron sus primeras ideas, aunque por ahora el autor de 'El chiringuito de Martín' se conforma con encontrar "un político visionario que no se quede en la habitual mentalidad cuasifuncionaria".
Dentro de los partidos "no existe el espíritu emprendedor, no es compatible", considera Penadés, quien confía en que "tendrán que prestar atención a la creatividad por necesidad, aunque solo sea para evitar que la gente se eche a la calle". Quizás aparezca "un tecnócrata que piense que la gente emprendedora pueda potenciar la economía". Estaría pulsando el botón del reset y activando la recuperación de un país que necesita urgentemente un cambio de mentalidad.
Fuente: El Mundo

No hay comentarios:

Publicar un comentario