lunes, 27 de mayo de 2013

Tu influencia en redes sociales es absurda si no tienes vida real

Lo que dices que eres y aquello de lo que presumes en Twitter, LinkedIn o Facebook puede explotarte en la cara cuando estés delante de un entrevistador o al desvirtualizarte con cualquiera de los seguidores que admiran tu marca personal.

Tu marca es lo que los demás saben que eres, o lo que creen que eres. Es la huella que dejas en los otros. Lo importante es que quien hable no seas sólo tú, sino que lo haga quien te sigue y te conoce realmente.
Por las redes sociales pululan algunos Mili Vanili profesionales (los Mili Vanili eran un dúo de fama mundial, hasta que en 1990 se descubrió que Fab Morvan y Rob Pilatus no eran los verdaderos cantantes del grupo) que se posicionan como auténticos charlatanes del mundo 2.0. Sin nada más. En algunos casos, esta exageración de las propias habilidades en las redes sociales, aunque patética, es una anécdota. Sin embargo hay quien construye una identidad personal y profesional virtual de cartón piedra que se desmorona cuando ese falso yo se pone delante de un entrevistador en un proceso de selección o en el momento en el que el presunto influyente se desvirtualiza y en realidad no hay nada.
Guillem Recolons, socio de Soymimarca, explica que "en la red hay quien dice que sabe hacer de todo, pero no es realmente lo que dice ser. La marca personal que uno construye debe estar basada en la autenticidad porque, de lo contrario, tarde o temprano serás pillado. La clave está en la honestidad y en la autenticidad. No exageres nunca porque incluso aunque puedas llegar a ser contratado, con ese falso yo no durarás más de seis meses".
“La marca personal debe basarse en la autenticidad. Si no es así te 'pillarán' seguro”
Andrés Pérez Ortega, consultor en posicionamiento personal, explica que "frente a quienes se empeñan en que lo que importa está en el interior, estamos quienes pensamos que para que te tengan en cuenta has de ser un buen profesional. Si quieres posicionarte como experto lo más importante es serlo. Nos hemos olvidado de desarrollarnos en nuestro campo; confundimos hacer un master tras otro con ser mejores profesionales. Cuando alguien dice que hay que reinventarse, quizá debería preocuparse más por mejorar o actualizar aquello que ya sabe hacer que tratar de inventar la rueda. Debemos preocuparnos menos de la actitud y más de la aptitud. Cuanto más te prepares y mejor profesional seas, más fácil será que te valoren y te tengan en cuenta".
Para Ximo salas, autor de Mejora y gana, "lo que dicen otros de tí no es marca, es reputación. Las redes, cuando es un tercero el que habla, suelen ser más sinceras. Por eso debes estar atento y tener cuidado con los contenidos que generas y con lo que haces. Los profesionales en las redes sociales no deben traspasar jamás determinadas líneas rojas. Las redes son virales, y si decides fundamentar en ellas tu marca personal debes ser precavido: un tuit deja de ser tuyo cuando pulsas la tecla de enviar".
Notoriedad vacía
Andrés Pérez añade que "de pronto parece que todos los profesionales debemos dedicar el 90% de nuestro tiempo a la visibilidad. Y si eso es absurdo para una empresa debería ser igual de estúpido para un profesional. Ser muy visible en dospuntocerolandia no te convierte en un buen profesional. Simplemente serás más conocido (y no siempre). Guillem Recolons coincide en que "ser muy influyente en Twitter, por ejemplo, no tiene mayor importancia. Los índices de influencia valoran el comportamiento de una audiencia hacia tí, y estos índices provocan una sobrevaloración exagerada de redes como Twitter". La recomendación de Andrés Pérez ante todo esto sería "olvidarse de ocupar el primer lugar en Google. Utiliza la Red como catálogo, como escaparate profesional en el que puedas demostrar tu profesionalidad. No se trata de ser una estrella en Internet sino de usarlo como lugar en el que puedes exponer tus logros a quien te interese y con quien has contactado por otros medios. Los seguidores no te dan de comer. Los clientes, sí".
Pérez recomienda que, si eres un profesional de cualquier tipo, "has de pensar en qué departamento de YO S.A. tienes problemas: ¿Tu producto-trabajo ha quedado obsoleto?; ¿tu mercado ha desaparecido?; ¿eres invisible para tus potenciales clientes?; ¿no eres capaz de hacer algo más y mejor que otros?; ¿sabes que utilizar el currículo es como entregar panfletos a la salida del metro?... A partir de ahí, toma tus decisiones y haz los ajustes necesarios. Puedes llamarlo reinvención o lo te apetezca".
Tú eres la empresa
En el caso del YO S.A., Pérez cree que "debemos plantearnos nuestra profesión como una empresa, con todos sus departamentos, y ahí es donde hay que tener en cuenta la reinvención o la visibilidad. Además, en recursos humanos, hay quien se empeña en cambiar los aspectos 'interiores' de los profesionales. Sería el equivalente al departamento de RRHH de YO S.A. Por eso han adquirido tanta importancia la felicidad en el trabajo, la actitud positiva, las creencias limitantes, o el coaching... Es como tratar de influir en el clima laboral o en la cultura de la empresa, sólo que en este caso la empresa es uno mismo. No esperes a cambiar tu actitud para hacer las cosas. Empieza a hacer cosas y cambiará tu actitud".
Otra de las obsesiones que critica Andrés Pérez es la de diferenciarse. "Podríamos llamarlo el efecto Lady Gaga de los profesionales. Mucha gente se empeña en llamar la atención (currículos originales que surgen de vez en cuando). La mejor diferenciación consiste en ser mejor que los demás, en dar más (dinero, tiempo, productividad, clientes) o menos (ahorro, plazos, preocupaciones) que el resto. Si quieres diferenciarte, demuestra que eres mejor que tu competencia y no te pongas a hacer cosas raras. Si quieres ser el Dalí de tu profesión, primero tienes que saber pintar y luego, si quieres, haz las extravagancias que te apetezca, y no al revés".
¿De verdad sirve un currículo en 140 caracteres?
'The Wall Street Journal' aseguraba recientemente que "Twitter se ha convertido en una nueva bolsa de trabajo. Es el nuevo currículo". Según el diario financiero, los portales de empleo tradicionales y el uso del currículo resultan cada vez más ineficaces, y por eso los reclutadores tienden a soluciones como la red social para poner en ella ofertas de trabajo, buscar candidatos e incluso investigar aquellos perfiles que puedan resultar interesantes. Si realmente quieres que tus oportunidades de encontrar empleo dependan del 'currículo en 140 caracteres', éstos son algunos consejos para hacer más fiable está búsqueda original:
* Utiliza tu perfil para dejar muy claro que estás buscando empleo.
* Sigue a las compañías y a las personas responsables de contratación o recursos humanos con las que te gustaría trabajar. Retuitea y conversa con esos responsables de las empresas y también con empleados.
* Debes ser y mostrarte muy profesional en todo lo que dices (tus opiniones, enlaces y fotos).
* Sé auténtico. No puedes avergonzarte de tuitear con tus amigos y seguidores sobre cuestiones personales. No debes mostrarte ofendido si algún directivo de la compañía a la que te diriges no responde a tus tuits.
* Crea un 'currículo' de 140 caracteres con una introducción concisa que describa tus habilidades, en qué estás interesado y cómo se puede obtener más información acerca de ti.
Fuente: Expansión

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