martes, 19 de julio de 2011

Es el momento de pedir y lograr un ascenso


Si ha decidido ‘atacar’ para conseguir una promoción, estas son las estrategias.

Podría parecer que julio no es el mejor mes para obtener un ascenso. Quizá usted esté pensando en aplazar esta posibilidad para la vuelta de las vacaciones. Es una buena idea si quiere preparar con calma la estrategia pero, aunque las prisas no son buenas consejeras, en este caso tampoco estaría de más apresurarse.
Según algunos estudios el mes de julio –en el que uno se imagina que los encargados de reclutar personal podrían estar más preocupados de las vacaciones que de cualquier otro asunto– es uno de los momentos más apropiados del año para conseguir una promoción profesional.
Si es usted miembro de la generación Boomer –nacido entre 1950 y 1970–, lo más aconsejable será dejar pasar el verano. Su gran momento llegará en enero.
La red profesional LinkedIn explica en un informe que junio es el otro gran mes para las promociones, aunque la investigación precisa que los sectores en los que uno trabaja también influyen en el momento apropiado para ascender: si usted está relacionado con las tecnologías de la información, tenga en cuenta julio, abril y octubre.
El periodo que va desde mayo a septiembre es la época dorada para los que trabajan en la educación superior. Y los consultores deberían aprovechar la vuelta del verano: septiembre es claramente su mes de oportunidades. Elegir el momento es un factor fundamental. Donald Asher, un gurú de la promoción personal, asegura que “dominar los tiempos es casi tan importante como tener talento”.
1. Estar en el sitio adecuado en el momento oportuno le dará ventaja sobre otros competidores que aspiran al mismo puesto.
2. Hay que tener una visión de hacia dónde se quiere ir, abordar y planificar la evolución evitando el corto plazo.
3. Debe demostrar con hechos objetivos que está preparado para un salto cualitativo.
4. Al pensar en un ascenso y en sus consecuencias debe considerar una ley no escrita: “Quien se niega a aceptar una promoción no suele tener una segunda oportunidad”.
5. Conviene que recoja toda la información posible sobre los planes de su empresa. Recopilar, analizar y valorar esa información corporativa es la mejor arma para que sus planes se cumplan.
6. Su actual posición y su desempeño son determinantes en la promoción. Parece obvio, pero no está de más recordar que usted debe ser un empleado ejemplar, respetado, con experiencia, habilidades y ética profesional. Sin esto, no hablamos de promoción... Los enchufes o cómo gestionar las apariencias se tratarán en otro capítulo de esta guía.
7. Debe saber vender su propio trabajo. Hable bien de la labor que desarrolla en la empresa. Pero con la habilidad suficiente para parecer modesto.
8. Su empresa valora el potencial para asumir retos. La participación en nuevos proyectos, la formación, la preocupación por querer conocer a personas del entorno, el interés y la motivación por mejorar son factores clave para la promoción.
9. Procure no parecer demasiado indispensable en su puesto actual. Si da una imagen de demasiado insustituible, corre el riesgo de permanecer en su posición para siempre.
10. Ayudaría bastante si usted preparase a alguien que esté capacitado para hacer el trabajo que pretende dejar. Esto incrementará sus posibilidades.
Fuente: Expansión

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