jueves, 22 de noviembre de 2012

Dónde y cómo conseguir financiación para tu proyecto

Los préstamos bancarios, la entrada de capital riesgo o los sistemas de avales son algunas formas de lograr capital para tu nueva empresa. También hay mecanismos que te ayudan a gestionar la tesorería.

En la presentación de resultados del año 2011 Emilio Botín, presidente de Santander, dijo: “En España no prestamos más porque no hay demanda solvente”. Para conseguir que un proyecto empresarial se convierta en un negocio real muchas veces es imprescindible tener acceso a un determinado capital. Lo cierto es que reunir el dinero para la puesta en marcha de una empresa es difícil y ahora aún más. Con este panorama, ¿qué puede hacer el emprendedor para reunir la cuantía que precisa?
El primer paso es conocer bien cuánto necesita. Este cálculo es una parte esencial del plan de negocio, que debe recoger un esquema lo más cercano posible a la realidad sobre los recursos disponibles, así como la previsión de gastos en los primeros años de actividad, el periodo de cobro de las ventas realizadas, la cantidad y ejecución de pagos, controles de tesorería, plazos de amortización de inversiones y un largo etcétera.
La búsqueda
Con estos datos en la mano es el momento de buscar fuentes de financiación. Las opciones son dos: propia o externa. La primera son los recursos monetarios de los que dispone el emprendedor, ya sean suyos, de familiares o de amigos.
También se incluye en este apartado el capital aportado por terceros sin que exista una exigencia de ser devuelto, como es el caso de las subvenciones. No obstante, lo habitual es que el nuevo empresario necesite apoyo externo. Aquí se incluyen los créditos bancarios y otras modalidades gestionadas como las sociedades de garantía recíproca o las de capital riesgo.
Juan Manuel Santos-Suárez, presidente de Avalmadrid, recuerda que “las condiciones y los requisitos son ahora mucho más exigentes que lo eran anteriormente, sobre todo en el ámbito de las garantías y en la valoración de la capacidad de poder atender el servicio de la deuda. En definitiva, el que presta los fondos está buscando capacidad de devolución para hacer frente, mes a mes, a los pagos”.
De la misma opinión es Alejandro Suárez, inversor privado y vicepresidente de la Asociación de Inversores y Emprendedores de Internet (AIEI), que explica que “para apostar por un proyecto se buscan posibilidades de éxito y un mercado emergente, un buen equipo que parezca dispuesto a asumir el reto y, sobre todo, a hacer crecer la compañía sin abandonar el proyecto con las primeras dificultades que seguro aparecerán”.
El panorama no es halagüeño, pero siempre surgen opciones para ganarse la confianza de los inversores. Manuel Arroyo, director de unidad crédito y caución de Willis, apunta que “la gestión del riesgo de insolvencia es un factor clave que el empresario debe manejar”. Consciente de ello el sector asegurador ha flexibilizado sus productos. Arroyo destaca la línea de seguro de crédito, que consiste en que el asegurado contrata una póliza e informa a su banco que su cartera de clientes está asegurada. Es decir, que en caso de impago hay una aseguradora que le va a indemnizar. La novedad es que desde este mismo mes es un producto abierto en el que el empresario elige cuánto quiere pagar y a cuáles de sus clientes asegura, protegiendo así su cuenta de resultados y su viabilidad.
Fórmulas para dar oxígeno a tu empresa
Los productos financieros a los que puede recurrir un emprendedor son diferentes dependiendo del uso al que estén destinados. Estos son algunos de los más comunes:
- 'Factoring’. Es la cesión de facturas o créditos comerciales a corto plazo a una firma especializada, normalmente una entidad financiera. El riesgo de insolvencia queda asumido por este intermediario a cambio de una comisión.
- ‘Leasing’. Conocido como arrendamiento financiero, se usa para la financiación del equipo y del material necesario para la empresa. Se trata de alquilar estos bienes a una compañía a cambio de un canon periódico.
-‘Renting’. Esta modalidad es apropiada para empresas que deban cambiar su equipamiento cada poco tiempo. Material informático y vehículos son muchas veces financiados bajo este sistema.
- Sociedad de garantía recíproca. Son entidades financieras que facilitan el acceso al crédito a las pymes a través de la prestación de avales ante los bancos.
- Sociedad de capital riesgo. Se trata de firmas especializadas en la inversión de capital. Este instrumento financiero consiste en la participación de manera temporal y minoritaria de una entidad de este tipo en el capital social de una empresa. Es decir, se facilitan recursos económicos, convirtiéndose en socio-accionista y participando en los riesgos y resultados de la aventura empresarial.
Fuente: Expansión

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