Los préstamos
bancarios, la entrada de capital riesgo o los sistemas de avales son algunas
formas de lograr capital para tu nueva empresa. También hay mecanismos que te
ayudan a gestionar la tesorería.
En la presentación de resultados del año 2011
Emilio Botín, presidente de Santander, dijo: “En España no prestamos más
porque no hay demanda solvente”. Para conseguir que un proyecto empresarial
se convierta en un negocio real muchas veces es imprescindible tener acceso a
un determinado capital. Lo cierto es que reunir el dinero para la puesta en
marcha de una empresa es difícil y ahora aún más. Con este panorama, ¿qué
puede hacer el emprendedor para reunir la cuantía que precisa?
El primer paso es conocer bien cuánto necesita.
Este cálculo es una parte esencial del plan de negocio, que debe recoger un
esquema lo más cercano posible a la realidad sobre los recursos disponibles,
así como la previsión de gastos en los primeros años de actividad, el periodo
de cobro de las ventas realizadas, la cantidad y ejecución de pagos,
controles de tesorería, plazos de amortización de inversiones y un largo
etcétera.
La búsqueda
Con estos datos en la mano es el momento de
buscar fuentes de financiación. Las opciones son dos: propia o externa. La
primera son los recursos monetarios de los que dispone el emprendedor, ya
sean suyos, de familiares o de amigos.
También se incluye en este apartado el capital
aportado por terceros sin que exista una exigencia de ser devuelto, como es
el caso de las subvenciones. No obstante, lo habitual es que el nuevo
empresario necesite apoyo externo. Aquí se incluyen los créditos bancarios y
otras modalidades gestionadas como las sociedades de garantía recíproca o las
de capital riesgo.
Juan Manuel Santos-Suárez, presidente de
Avalmadrid, recuerda que “las condiciones y los requisitos son ahora mucho
más exigentes que lo eran anteriormente, sobre todo en el ámbito de las
garantías y en la valoración de la capacidad de poder atender el servicio de
la deuda. En definitiva, el que presta los fondos está buscando capacidad de
devolución para hacer frente, mes a mes, a los pagos”.
De la misma opinión es Alejandro Suárez, inversor
privado y vicepresidente de la Asociación de Inversores y Emprendedores de
Internet (AIEI), que explica que “para apostar por un proyecto se buscan
posibilidades de éxito y un mercado emergente, un buen equipo que parezca
dispuesto a asumir el reto y, sobre todo, a hacer crecer la compañía sin
abandonar el proyecto con las primeras dificultades que seguro aparecerán”.
El panorama no es halagüeño, pero siempre surgen
opciones para ganarse la confianza de los inversores. Manuel Arroyo, director
de unidad crédito y caución de Willis, apunta que “la gestión del riesgo de
insolvencia es un factor clave que el empresario debe manejar”. Consciente de
ello el sector asegurador ha flexibilizado sus productos. Arroyo destaca la
línea de seguro de crédito, que consiste en que el asegurado contrata una
póliza e informa a su banco que su cartera de clientes está asegurada. Es
decir, que en caso de impago hay una aseguradora que le va a indemnizar. La novedad
es que desde este mismo mes es un producto abierto en el que el empresario
elige cuánto quiere pagar y a cuáles de sus clientes asegura, protegiendo así
su cuenta de resultados y su viabilidad.
Fórmulas para dar oxígeno
a tu empresa
Los productos financieros a los que puede
recurrir un emprendedor son diferentes dependiendo del uso al que estén
destinados. Estos son algunos de los más comunes:
- 'Factoring’. Es la cesión de facturas o
créditos comerciales a corto plazo a una firma especializada, normalmente una
entidad financiera. El riesgo de insolvencia queda asumido por este
intermediario a cambio de una comisión.
- ‘Leasing’. Conocido como arrendamiento
financiero, se usa para la financiación del equipo y del material necesario
para la empresa. Se trata de alquilar estos bienes a una compañía a cambio de
un canon periódico.
-‘Renting’. Esta modalidad es apropiada para
empresas que deban cambiar su equipamiento cada poco tiempo. Material
informático y vehículos son muchas veces financiados bajo este sistema.
- Sociedad de garantía recíproca. Son entidades
financieras que facilitan el acceso al crédito a las pymes a través de la
prestación de avales ante los bancos.
- Sociedad de capital riesgo. Se trata de firmas
especializadas en la inversión de capital. Este instrumento financiero
consiste en la participación de manera temporal y minoritaria de una entidad
de este tipo en el capital social de una empresa. Es decir, se facilitan
recursos económicos, convirtiéndose en socio-accionista y participando en los
riesgos y resultados de la aventura empresarial.
Fuente:
Expansión
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jueves, 22 de noviembre de 2012
Dónde y cómo conseguir financiación para tu proyecto
Publicado por
leoriento
en
2:05
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Etiquetas:
EMPRENDER
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