lunes, 22 de agosto de 2011

El paro estructural se enquista en 3,5 millones por la poca movilidad


Los expertos señalan que el desempleo no bajará del 15% salvo que se cambie de mentalidad a la hora de buscar empleo. Sólo el 12% de los contratos son para trabajadores fuera de su provincia.
Ni cuando se crea empleo ni cuando no, los españoles no se desplazan por trabajo. Ya sea para encontrarlo o para mejorar el que tienen. Apenas el 12% de los trabajadores está empleado en una provincia que no es la suya, según datos del Servicio Público de Empleo Estatal (antiguo INEM).
La escasa movilidad de la mano de obra provoca una ineficiencia que infla el paro estructural, el que por mucho que crezca una economía, persiste por sus rigideces. Éste podría estar ahora por encima del 15%, estima José Antonio Herce, analista de AFI. Es decir, 3,5 millones de personas.
También eleva el diferencial de desempleo entre comunidades autónomas. Así, la tasa de Andalucía, 29,71%, casi triplica la del País Vasco, 11,63%. Pero los andaluces no se desplazan al norte.
Por eso, ni en el mejor momento económico España redujo el desempleo por debajo del 8%. “La falta de movilidad laboral es un problema grave de la economía española”, señala Rafael Pampillón, profesor del IE. “Junto al salario mínimo y la negociación colectiva infla el desempleo estructural”, agrega. “La movilidad de los factores productivos (capital y trabajo) son los métodos más potentes de igualación de los salarios”, opina el experto de AFI. En crisis, “es extraño ver que pese al 21% de desempleo, los salarios no bajan”.
José Antonio Herce explica que cuando el paro estructural y el real de la economía convergen, la inflación es estable. La variación de los precios se acelera cuando el desempleo del mercado está por debajo, y decrece cuando pasa lo contrario, de tal manera que en crecimiento económico el paro estructural y el de la economía tienden a igualarse.
El mencionado 12% de movilidad incluye contratos de provincias limítrofes que no conllevan desplazamiento. También el movimiento de los inmigrantes, que superan a los españoles. 18,15% frente al 10,7%. Sin embargo, la contabilidad del Servicio Público de Empleo no recoge los autónomos desplazados para ejercer. “Muchos trabajadores pierden empleos por no moverse”, opina Herce.
Los contratos de desplazados en el primer trimestre se redujeron un 17,84% interanual. “Una de las barreras más relevantes son las prestaciones del Estado del Bienestar”, señala el economista de AFI. Éstas constituyen un salario de reserva. Cambiar de provincia implica costes. Descontándolos, puede no compensar el salario a percibir. El Servicio Público de Empleo tampoco invita a la movilidad. “Hay que privatizar las oficinas para mejorar su eficiencia, el Estado no puede tener el monopolio de la colocación”, sentencia Pampillón.
Vivienda
En una economía sana el axioma “más vivienda en propiedad, menos movilidad laboral” es un mito, según el consultor José Luis Ruiz, por los costes de indemnización al incumplir el contrato de alquiler. Sin embargo, en la coyuntura actual es un problema “porque para muchos vender a mercado es vender con pérdidas, y al alquilar a ese precio se hace por una renta que no cubre la hipoteca ni los gastos de comunidad”, asevera.
José Antonio Pérez, Director de la Cátedra Inmobiliaria del Instituto de Práctica Empresarial, coincide en el freno que supone la hipoteca para el desapego, y asevera que consigue que “una población sea sedentaria frente al nomadismo histórico de la supervivencia”.
La clave
La falta de movilidad es una de las rigideces que concretan el paro estructural. Éste marca el límite de reducción de desempleo aunque crezca mucho la economía. Podría estar ya en el 15%, tres millones y medio de la población activa.
AGRICULTURA
Es el sector económico con mayor crecimiento en los últimos cinco años en cuanto a tasa de movilidad. El 18% de los contratos han supuesto un desplazamiento de residencia. La agricultura es, por segundo año consecutivo, el más afectado por la movilidad, ya que en 2009 superó a la construcción, que ocupaba hasta entonces el primer lugar.
RESTRICCIONES
“Para los castellanohablantes, moverse a regiones con dos idiomas es una barrera desincentivadora (para los trabajadores y para escolarizar a los hijos)”, declara el José Luis Ruiz, consultor. Vizcaya, Guipúzcoa y Barcelona son provincias con paro por debajo de la media y ninguna presenta grandes flujos de entrada (11%, 8% y 9%, respectivamente).
FORMACIÓN
La necesidad y la ambición son los dos motivos que animan al desapego ya que, por niveles académicos, las mayores tasas de movilidad están polarizadas en los extremos: el nivel sin estudios y el de los universitarios –17,12% y 28% respectivamente–. Por su parte, las tasas más bajas se producen en los niveles de Formación Profesional.
DESEMPLEO
Canarias y Andalucía son las dos comunidades con mayor paro, sin embargo, ninguna presenta grandes datos de movilidad. Las Palmas y S.C. de Tenerife, por su parte, registran las cifras más bajas, con una movilidad en torno al 4,85%. En Andalucía la movilidad está sobre la media y se limita a la interprovincialidad (salvo un flujo grande de Sevilla-Madrid).
Fuente: Expansión

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