jueves, 25 de agosto de 2011

La receta de la felicidad laboral

Trabajo ¿castigo o bendición? En los tiempos actuales contar con un empleo es ya un motivo de alegría, pero una vez se tiene, disfrutar de la labor que se realiza cada día puede convertirse en una dura tarea. Descubra las claves para ser feliz en su puesto trabajo.
Disfrutar de cada momento es una de las premisas de la felicidad. Si se tiene en cuenta que un tercio del tiempo que se pasa despierto se dedica al trabajo y que ha aumentado de la edad de jubilación, pronto se llega a la conclusión de que hay que encontrar el bienestar en la oficina. . Y la mayoría de los españoles tratan de logarlo. Según un reciente estudio presentado por Adecco 8 de cada 10 trabajadores aseguran que son felices en su vida profesional.
Aunque la motivación depende de cada uno, los encuestados han aportado una serie de elementos comunes que hacen más placentera su vida laboral. Los principales son:
- Contar con una retribución mejor
- Disfrutar de la labor que realizan, el reconocimiento y sentirse realizados
- Tener una jornada laboral que concilie con su vida privada.
En cualquier profesión se puede encontrar el bienestar pero desde Adecoo resaltan que artistas, investigadores, educadores y financieros son los que se declaran más felices con su puesto de trabajo. Artistas e investigadores por el placer de desarrollar su vocación hasta alcanzar la meta. Los educadores, porque, encuentran el maná de su trabajo en ayudar a los demás. En cambio, los factores que más influyen en el sector financiero son ser un mayor sueldo, un buen horario y cierto reconocimiento social.
La pregunta que surge a partir de estas afirmaciones es como se consigue. Los factores antes mencionados son importantes pero depende de cada uno llegar a ser feliz en el trabajo.
Usted tiene la llave
“La mayor felicidad es uno mismo, ya que no está en nuestra mano la elección de los compañeros y los jefes con los que vamos a tener que trabajar. Lo más importante es poner el cerebro a nuestro favor”, asegura María Jesús Álava, psicóloga experta en trabajo y felicidad. Aunque son de lógica estas palabras a muchas personas les cuesta ponerlas en práctica. Por ello hay que empezar por uno mismo y luego intentar modificar el entorno.
Un cambio de actitud que opte por el pensamiento positivo, incluso dar un paso más allá y apuntarse a la corriente del ‘happyshifting’- movimieto que busca la felicidad a través del trabajo- son algunos de los primeros pasos que puede dar. Para Álava existen unas reglas de oro que siempre ayudan:
1) La reflexión como fuente del conocimiento. Debe reservar 30 minutos de su día a reflexionar. Le ayudará a poner sus ideas en claro, no olvidar aquello que le motiva y conseguir soluciones a los posibles problemas que se enfrente.
2) El trabajo es importante pero no lo es todo. Recuerde que su vida va más allá de las paredes de la oficina. Busque otras facetas que también le aporten felicidad.
3) Desconectar cuando salga. Es importante no llevarse las preocupaciones laborales a casa.
4) Saber decir no a los compañeros.A veces puede ser difícil negarse a realizar tareas que le han pedido, pero muchas veces un ‘no’ a tiempo es mucho más rentable que un sí que nunca se llega a cumplir.
5) No olvidar su derecho a cambiar de opinión, a comentar y a decir no lo sé. Tan importante como dar su opinión sobre los temas que le afectan, es saber rectificar cuando cree que otra opción es más valida. Tampoco evite los no lo sé, a larga asumir responsabilidades que no será capaz de llevar a cabo sólo le traerá complicaciones.
6) No caer en la provocación de jefes, compañeros o clientes. Mantenga la calma, en todos los ámbitos de la vida se encontrará con personas que intentarán sacarle de su casillas, no entre en el juego ya que no le aportará nada positivo.
7) Actuar con inteligencia emocional y trabajar continuamente ilusionados. Reconozca sus sentimientos y los de los que le rodea y descubra la mejor forma para manejarlos. La ilusión tiene que ser la guía en su trabajo, aunque haya cometido errores debe aprender a perdonarse y seguir luchando por aquello que quiere.
El papel de las organizaciones
Aunque cada uno es responsable de conseguir su propia felicidad, desde las empresas se deben desarrollar medidas que ayuden a la plantilla a sentirse cómodos, porque aportará beneficios a todos.
Para crear un ambiente positivo lo más común es elevar las retribuciones sin tener en cuenta que esta fórmula sólo funciona a corto plazo. Como señala Margarita Álvarez, directora de márketing y comunicación de Adecco “números estudios han probado que la parte económica tiene una incidencia mucho menor de lo que pensamos y que la satisfacción que nos produce una subida de sueldo dura apenas un par de meses”. Lo cierto es que a no ser que se perciba que el sueldo recibido es muy bajo, en poco tiempo las necesidades se acomodan al nuevo salario y se vuelve a perder la ilusión.
En cambio, sentirse parte de un proyecto, que se reconozca el esfuerzo realizado y encontrar el apoyo de compañeros y superiores si tiene efecto perdurable. Por ello, se deben potenciar pautas que den mayor iniciativa al trabajador, tener siempre presente su opinión y procurar que el ambiente empresarial sea favorable. Una buena fórmula que aporta Rita González, responsable de recursos humanos de Randstad, es “contar con un líder que predique con el ejemplo, que atienda a las críticas pero no fomente la queja y que sea cercano. Preocupándose por ser afín a los intereses de sus colaboradores y motivarlos.
Beneficios para todos
Contar con caras sonrientes entre su plantilla tiene efectos positivos en la producción y la rentabilidad de la empresa. Entre los muchos beneficios destaca la reducción del nivel de absentismo laboral. De la misma manera, los profesionales gestionan mejor su tiempo, ya que no buscan otros elementos que le evadan de su labor. Incluso, los trabajadores optimistas actúan mejor ante situaciones de estrés. En la oficina se creará un ambiente distendido en el que se hace más cómodo trabajar. Y por último, se nota en el producto final que se presenta a los clientes que tiene una mayor calidad.
Los beneficios son muchos tanto para el profesional como para la compañía por lo que parece apuesta segura, ¿no?
Fuente: Expansión

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