viernes, 30 de marzo de 2012

Crear una empresa en cuatro pasos


Para montar un negocio, hay que tener claro qué tipo de empresa será, su forma jurídica, cómo sacarla adelante y qué financiación utilizar
Con la crisis, muchos trabajadores se han quedado en paro. Encontrar un nuevo empleo es muy complicado y un número importante de personas tiene como meta fundar una pequeña empresa. Ya sea como autónomo o mediante la creación de una sociedad limitada, el autoempleo puede ser un resquicio por el que salir de la negativa situación que atraviesan millones de ciudadanos. Antes de crearla, conviene tener muy claros una serie de puntos: qué tipo de negocio se abrirá, la forma jurídica que adoptará, cómo sacarlo adelante y qué financiación se utilizará.
1. El tipo de empresa
El plan de negocio es la carta de presentación para obtener financiación bancaria o subvenciones públicas
Como es obvio, la idea es el punto de partida al poner en marcha un negocio. Se debe valorar antes qué tipo de empresa se creará, qué se ofrecerá a los clientes, en qué se diferenciará de otros proyectos o qué valor añadido tendrá respecto a los actuales, entre otros aspectos.
Si se pretende abrir un bar, hay que observar qué triunfa en la zona, qué hace falta, cómo se podría mejorar la oferta actual, a qué personas se quiere atraer... Conocer bien a la competencia es clave.
2. Plan de negocio
Algunas iniciativas parecen inmejorables en el papel, pero después no salen adelante. Una vez que se tenga la idea, hay que demostrar su viabilidad.
Diseñar un plan de negocio sirve para detallar los objetivos que se quieren conseguir y los métodos para alcanzarlos. Además de ser básico para el emprendedor, es la carta de presentación para obtener financiación bancaria o ayudas de las administraciones. En él se plasman los siguientes datos:
  • Descripción de la empresa
Incluye información como dónde se localiza, a qué se dedica, qué servicio dará, el producto que venderá, por qué se ha elegido este negocio o qué objetivos se buscan.
  • Estudio de mercado
Antes, el emprendedor habrá estudiado quiénes son sus clientes potenciales, qué les mueve, cuáles son sus factores de compra, cómo es la competencia y qué ofrece. Habrá realizado un análisis pormenorizado del sector. Todo esto ha de plasmarse en el estudio de mercado, que irá dirigido a demostrar que realmente hay una oportunidad de negocio.
  • Recursos humanos y técnicos
Se incluyen en este apartado las infraestructuras, los medios técnicos y personales que se necesitan y cómo se organizarán.
  • Plan de marketing
Detalla las acciones que se llevarán a cabo para lograr los resultados esperados: técnicas de venta, campañas de publicidad...
  • Estudio económico y financiero
Se plasma en este apartado información como el dinero que se necesita, cómo se conseguirá y pérdidas y beneficios esperados el primer año.
  • Forma jurídica que se adoptará
El empresario puede darse de alta como autónomo, como sociedad limitada, anónima, cooperativa, comunidad de bienes o sociedad civil.
3. Obtener la financiación para la empresa
Uno de los obstáculos a los que se enfrenta un emprendedor al crear un negocio es obtener la financiación necesaria. Cuando no cuenta con dinero suficiente, tiene varias formas de conseguirlo.
Para crear una empresa, se puede solicitar la prestación por desempleo en un pago único
  • Capitalizar la prestación por desempleo: con la reforma laboral, los hombres menores de 30 años y las mujeres de hasta 35 que quieran montar un negocio pueden cobrar el 100% de la prestación por desempleo en un solo pago -antes el límite se situaba en el 80% para este colectivo-. Los demás podrán capitalizar el 60% para la inversión inicial y el 40% restante para las cuotas de autónomo. Es importante no iniciar la actividad antes de solicitar el pago único porque en este caso no tendrán derecho a percibirlo.
  • Pedir un crédito al banco: es una de las opciones más complicadas. Hoy en día, el grifo de la financiación está casi cerrado, algo que estrangula las posibilidades de creación, crecimiento y supervivencia de muchas empresas.
  • Solicitar financiación en el ICO: el Instituto de Crédito Oficial cuenta con líneas de financiación para facilitar la obtención de préstamos a autónomos y empresas. En función de la opción elegida, se pide el capital en el propio ICO o en las compañías colaboradoras.
  • Acceder a subvenciones: conviene tener en cuenta las subvenciones que se pueden obtener por la apertura de un negocio. Los ayuntamientos y comunidades autónomas conceden ayudas, créditos y exenciones fiscales para emprendedores.
4. Forma jurídica del negocio
Una de las decisiones que ha de tomar el emprendedor es la forma jurídica de su empresa. Las fórmulas más sencillas y habituales son hacerse autónomo o constituir una sociedad limitada.
  1. Para crear una empresa como autónomo es necesario:
    • Presentar la Declaración Censal en Hacienda.
    • Darse de alta en el impuesto de actividades económicas -que solo se paga si la cifra neta de negocio es superior a 1.000.000 de euros-.
    • Apuntarse en el régimen de autónomos de la Seguridad Social.
    • Solicitar el número patronal -solo en el caso de que se vaya a contratar trabajadores- y el libro de visitas sellado por la Inspección de Trabajo.
    • Pedir la licencia de apertura en el ayuntamiento. Una vez concedida, es necesario iniciar la actividad en los seis meses siguientes.
La ventaja de hacerse autónomo es que no es necesario contar con un capital mínimo para empezar a trabajar ni tener socios; el inconveniente, que responde de las deudas que se pudieran generar de forma ilimitada con su patrimonio.
  1. Sociedad de responsabilidad limitada. En este caso, el capital social está formado por las aportaciones de todos los socios y se divide en partes iguales. Los trámites son:
    • Solicitar el certificado de denominación social para comprobar que el nombre elegido no coincida con el de otra empresa.
    • Abrir una cuenta bancaria con al menos 3.005,06 euros, el capital mínimo inicial de la sociedad.
    • Redactar los estatutos y firmar la escritura de constitución.
    • Pagar el Impuesto de Transmisiones Patrimoniales.
    • Inscribirse en el Registro Mercantil.
    • Solicitar el CIF, la declaración censal y el impuesto sobre actividades económicas.
    • Dar de alta en el régimen de autónomos o en el régimen general a los socios y a los trabajadores.
La ventaja de constituir una sociedad limitada es que, ante las deudas, los socios solo responden con el capital social aportado. La desventaja frente al régimen de autónomos es que los trámites son más complejos y se exige un capital mínimo que debe desembolsarse cuando la empresa se constituye.
Fuente: Consumer

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