Buscar un empleo es un trabajo que requiere una constancia inaccesible
al desaliento. Si tu tenacidad te ha llevado a la última fase en varios
procesos de selección, convierte la frustración en una oportunidad y el mejor
aliciente para mejorar tu acceso al mercado laboral.
Encadenar varios procesos
de selección fallidos se ha convertido en algo habitual para muchos
profesionales que quieren volver al mercado laboral. José Ignacio Jiménez,
socio de Norman Broadbent, recuerda el caso de uno de ellos que, tras llegar
en varias ocasiones a la fase final de selección para optar a un puesto,
decidió elaborar su decálogo particular de búsqueda de empleo: "Lejos de
lamentarse optó por recoger sus frustraciones. Sus experiencias formaron
parte de un aprendizaje que, además, le dieron fuerzas para seguir
adelante".
Advierte de que en estos
momentos ninguna empresa contrata a una persona que refleje su desánimo en
una entrevista, "y menos aún a alguien que se lamente de una trayectoria
de intentos fallidos. Las compañías quieren personas positivas que generen
confianza para liderar un proyecto". Para que el candidato saque partido
a estas situaciones, Elisabeth Roux, directora general de Penna, recomienda
pedir explicaciones al entrevistador, "preguntarle los motivos por los
que no ha sido el elegido. Todo lo necesario antes de caer en un lacónico ¿por
qué yo no?". Lamentarse o pecar de prepotencia echando la
culpa a la empresa porque no ha sabido valorar tu potencial no es lo más
acertado.
Los motivos
Seguro que te has
preguntado alguna vez cuál es el motivo, sin pararte a pensar que a veces la
solución está en tu mano. Según Roux, "suele ser un problema de actitud,
falta de flexibilidad o de carácter y, a veces, un exceso de arrogancia. Ante
una equivalencia de títulos, formación académica, másteres y requisitos
técnicos para ocupar un puesto, la actitud es lo que inclina la balanza a
favor del aspirante".
“Preguntar
por qué no has sido aceptado para el puesto es la mejor manera para acertar
la próxima vez”
Sin embargo, Sergio
Hinchado, director comercial de Hays, puntualiza que algunas de las razones
para eliminar a un finalista responden a su propia ambición profesional.
"Antes de presentar su candidatura, debe tener el convencimiento de que
realmente cuenta con la cualificación y las actitudes requeridas. Debe estar
seguro de que sus capacidades encajan con el puesto. Por ejemplo, muchos
candidatos quedan fuera del proceso porque no son bilingües. No se puede
aspirar a ser Cristiano Ronaldo si no se cuenta con su físico y su
preparación".
Para evitar caer en estos
errores una y otra vez, estos expertos recomiendan hacer un estudio
pormenorizado de cómo se ha desarrollado la entrevista porque,
"probablemente hay algo que están haciendo mal", señala Hinchado.
Apunta las preguntas que te ha planteado el entrevistador, cuál ha sido tu
respuesta y cómo ha reaccionado. Eso te puede dar las pistas para mejorar en
la próxima ocasión. El director comercial de Hays recuerda que "uno de
los errores más frecuentes que comete el candidato es quedarse mudo cuando el
seleccionador le plantea qué le ha atraído de la compañía, porqué quiere
formar parte de ella y qué valor diferencial puede aportar al puesto que va a
desempeñar".
También se cometen fallos
como olvidar fechas claves en el currículo. Roux señala otros errores
garrafales que están relacionados directamente con la actitud. Demostrar
ansiedad por conseguir ser contratado es uno de ellos. "Cuando un
candidato en activo muestra desesperación o descontento en su empresa y deja
entrever que el único motivo del cambio es dejar su trabajo actual, obviando
sus aspiraciones profesionales en el nuevo puesto, probablemente no
conseguirá ni ése ni otro empleo en otra compañía".
El mejor coach
Los finalistas
reincidentes tienen al alcance de su mano la mejor herramienta de
autoconocimiento personal. "Si hacen una buena labor de introspección,
de estas entrevistas pueden obtener un información muy válida para limar
defectos, potenciar virtudes y conocer los límites profesionales",
explica Jiménez. También considera positiva la oportunidad para hacer networking:
"Si en un futuro el candidato monta un negocio, puede que esos
interlocutores se conviertan en su clientes". Asimismo, el socio de
Norman Broadbent asegura que "tras ser rechazados en varios procesos de
seleción muchos ejecutivos no han tenido más remedio que reinventarse a sí
mismos y hacer marca. Sin duda el ejercicio es muy duro, pero aporta
mucho". El camino para la búsqueda de un empleo se convierte así en el
mejor coach, por que permite al profesional ser testigo de sus
debilidades y fortalezas.
Por eso, si te está
costando dar con el trabajo de tu vida no desesperes si siempre te quedas a
las puertas. Según Roux este recorrido te brinda la oportunidad de
"perfeccionar, porque no existen dos entrevistas iguales; aprender, cada
vez te enfrentas a mejores interlocutores; y, por último, sembrar para un
futuro, quedar finalista es la mejor manera para que te recuerde y te tengan
en cuenta en otros procesos".
la última entrevista
cómo ser el elegido
1. Prepara tu exposición como si no hubiera
mañana. Recuerda que si has conseguido llegar hasta el final es porque has
demostrado que tienes más capacidades y cualidades que otros que se quedaron
por el camino.
2. Si no te dicen cuántos candidatos han sido
finalistas no te intereses por ello. Eso no te aporta ninguna información, y
darás una mala imagen a tu entrevistador, que pensará que te preocupas más
por tus contrincantes que por estar seguro de tus capacidades para acceder al
puesto.
3. Sé tu mismo. No finjas saber más, ser más
extravertido o perfeccionista de lo que has demostrado en las fases
anteriores. Darás una imagen antinatural, y forzada que no te beneficiará en
absoluto frente a tus competidores.
4. Demuestra flexibilidad y disposición para
desarrollar el puesto. No aproveches la última entrevista para poner posibles
peros sobre la mesa, como tus circunstancias personales o
familiares. Te jugarás la candidatura. Además, demostrarás un gran desprecio
por el esfuerzo y el tiempo que la empresa ha invertido en todo el proceso de
selección.
Fuente: Expansión
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lunes, 25 de marzo de 2013
Supera el síndrome del eterno finalista
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