Que la tasa de desempleo española se ha demostrado casi una anomalía en la Europa del euro, manteniendo permanentemente números muy superiores al resto de socios comunitarios no es una novedad, pero se está haciendo más evidente que nunca a lo largo de la actual recesión. En otros países desarrollados se sorprenden de los índices de paro que soporta la economía española, que alcanzó un histórico en septiembre de 2012. Esta semana la patronal de las grandes empresas de trabajo temporal, Agett, y la CEOE, han adelantado que en la próxima EPA que se publicará el día 24 correspondiente al último trimestre de 2012 el paro alcanzará el 26%.
¿Por qué? A pesar de la crisis, ¿cómo se explican estas diferencias con el resto de países de nuestro entorno? –sólo Grecia acaba de superarnos en desempleo–. Los expertos en materia laboral señalan motivos de diversa índole como la estacionalidad del sector turístico, de gran peso en la economía española, o la falta de flexibilidad del sistema de relaciones laborales. A tenor de un análisis presentado esta semana por el grupo de recursos humanos Adecco y elaborado por Barceló Asociados, podría decirse que España tiene un problema educativo.
“BBVA señala la necesidad de mayor nivel formativo para mejorar la economía española”
Tres de cada cuatro empleos destruidos desde que comenzó la crisis correspondían a personas que no habían llegado a completar la educación Secundaria. Desde el tercer trimestre de 2008 hasta el mismo periodo de 2012, la ocupación en nuestro país se ha reducido un 15%. Sin embargo, no lo ha hecho de forma uniforme en todos los colectivos, sino que la cualificación de los trabajadores tiene una enorme incidencia, según este Monitor Adecco de Oportunidades y Satisfacción en el Empleo. Mientras que el empleo entre la población con estudios primarios se ha reducido en un 41%, entre los profesionales con titulación universitaria o superior sólo lo ha hecho un 0,1%.
Es más, la ocupación ha aumentado entre las mujeres mejor formadas en un 3%. Durante estos años se han generado 98.600 puestos de trabajo para mujeres con educación superior, mientras que el número de varones ocupados con este nivel de estudios ha disminuido en 105.400, mucho menos que en el resto.
La tasa de desempleo de nuestro país en el tercer trimestre del año pasado fue del 15% entre los profesionales con educación superior, mientras que entre las personas con educación primaria llegó hasta el 38%, al 32% entre las quienes tienen formación secundaria incompleta y al 24% entre los trabajadores con estudios completos de Secundaria. Está claro que a mayor nivel educativo, menor es la tasa de paro y las diferencias son tremendamente significativas.
“Las mujeres con estudios superiores han aumentado su ocupación durante la crisis”
También esta semana BBVA Research, el servicio de estudios del grupo bancario español, ha hecho público el informe Observatorio sobre Capital Humano que analiza la evolución de los niveles educativos de 21 países de la OCDE entre 1960 y 2010. En él se señala "que a pesar de los significativos avances registrados en materia de formación, España debe seguir mejorando en términos de dotación de capital humano para aumentar la competitividad y el bienestar de la economía".
Teniendo en cuenta el hundimiento del sector de la construcción, que absorbía una gran cantidad de mano de obra no cualificada, y las dificultades que atraviesa la hostelería y el pequeño comercio por el enfriamiento del consumo interno, los españoles sin estudios superiores tienen casi como una salida masiva el sector turístico, que está compensando el descenso de viajeros nacionales con récords de visitantes extranjeros. No obstante, parece que terminaron esos años en que los jóvenes de Baleares, por ejemplo, dejaban de estudiar por jugosas ofertas de trabajo.
Competencia exterior
Además, los expertos en materia laboral advierten desde hace años que los jóvenes españoles tienen cada vez más una dura competencia en el exterior por la globalización económica y la deslocalización de tareas.
El problema no parece ser el acceso a la universidad. España presenta unos niveles de estudiantes superiores en línea con el resto de países de la OCDE y de la UE.
Quizá las dificultades de inserción de una parte de nuestra población activa por su menor nivel de formación puede explicarse mejor por el abandono escolar: uno de cada tres españoles deja sus estudios sin haber concluido la Secundaria –la media europea es uno de cada cinco– y la tasa de desempleo juvenil ha alcanzado el 53%, la mitad del mismo no cualificado. "La falta de competencias profesionales de los jóvenes europeos les aboca a desaprovechar su potencial, les hace perder oportunidades de empleo y les impide ayudar a sus respectivos países a volver a la prosperidad", señala el último estudio Educación para Todos de la Unesco.
Fuente: Expansión
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