Hay una regla
de oro que siempre debes cumplir: pase lo que pase, por muy harto que estés
de tu jefe y de tu empresa; por muy emocionado que te sientas con ese nuevo
trabajo que has conseguido y del que nadie en tu oficina sabe nada; por mucha
ilusión que estés poniendo en la búsqueda de un nuevo empleo desde el que
ahora tienes... Siempre hay que salir bien y de forma elegante de la empresa
en la que trabajas.
No es lo mismo querer marcharse para huir de un
mal ambiente laboral o de un mal jefe, que hacerlo porque la organización no
brinda oportunidades de crecimiento profesional y aprendizaje. En todo caso,
si has decidido buscar el progreso fuera pero aún estás dentro de la
organización, toma algunas precauciones:
- Un estudio reciente del portal de empleo
CareerBuilder referido al mercado estadounidense revela el dato de que allí
el 74% de los trabajadores busca activamente un nuevo empleo y está abierto a
otras oportunidades laborales. La búsqueda de trabajo ocupa más tiempo
incluso que salir de compras. Algunos expertos en el mercado laboral aseguran
que cambiarse de trabajo o de carrera profesional podría llegar a ser como
cambiar de coche, y esto implica que si estás buscando empleo desde el que
tienes ahora no debes sentirte como un marciano. Hay muchos más como tú.
Los buenos jefes deberían ser conscientes de
quién quiere moverse en su equipo. Muchas empresas se han olvidado –y les
pesará, tarde o temprano– de que hay mucha gente esperando a que escampe para
salir corriendo.
- Si buscas trabajo desde el trabajo no permitas
que tu jefe note nada que le lleve a pensar que te has desenganchado
emocionalmente de tu puesto. No transmitas falta de compromiso en el
proyecto. Que tus mandos nunca dejen de contar contigo.
- Las consecuencias dependen de quién lo sepa. No
es igual mantenerlo en secreto o que el jefe esté al tanto de esa búsqueda.
El consejo general es: no se lo digas en ningún caso a tu jefe. Cuando te
surja algo y hayas firmado, infórmale de que te marchas a otro sitio
irrevocablemente, sin estridencias. Si a pesar de todo tienes dudas, valora
si en tu organización se permiten las conversaciones abiertas; analiza cómo
es tu jefe y tu relación con él.
- El rendimiento y el desempeño no pueden bajar
hasta el último momento. Rendimiento no es lo mismo que compromiso. Este
último puede descender, pero el primero, nunca.
Fuente:
Expansión
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jueves, 21 de febrero de 2013
Así buscas empleo desde tu actual trabajo
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