En una de mis
últimas entradas, un lector me preguntaba si veía conveniente que pusiese sus
hobbies (deportes de riesgo) en el CV, y si ello podría resultar
contraproducente por parecer inadecuado a un reclutador. Existen muchos candidatos
que dudan sobre si poner u ocultar determinados datos en su CV, ante la
creencia de que ello puede suponerles un problema. Trataré de
responder a esta cuestión en esta entrada.
Por una parte sabemos que en un CV reflejamos quiénes somos, lo que
hacemos mediante un resumen de nuestra trayectoria profesional, principales
logros alcanzados, formación, resumen de nuestras principales
características, ... por otra parte, el reclutador trata de saber no sólo si
nuestras competencias son las más adecuadas para el puesto vacante, sino cómo somos como personas y profesionales.
Porque una
persona puede, profesionalmente hablando, ser la mejor opción para un puesto
determinado, aunque sin embargo sus características personales pueden no
encajar con la empresa. ¿Crees que una empresa como Google o Facebook
selecciona únicamente a aquellos candidatos más inteligentes, mejor
preparados y con la experiencia más sólida?. La respuesta es no. Intentan
(además) que su perfil personal encaje lo mejor posible con la
cultura corporativa de la compañía.
Por tanto, ya
que la principal función del reclutador es la de averiguar si el candidato es
la mejor opción, tanto personal como profesionalmente hablando, lo mejor es ponérselo fácil desde el principio, empezando por el CV,
y tratando de poner todas aquellas cosas sobre nosotros que mejor nos
identifiquen.
He oído en
numerosas ocasiones opiniones del tipo:
· "Mi
formación es excesiva, prefiero eliminar mi último MBA / carrera, ya que no
quiero 'asustar' al reclutador".
· "He
ocupado posiciones directivas, y ahora mis expectativas son menores, por lo
que voy a modificar mi CV, ya que de otra manera ni se lo leerán".
· "Considero
que mis hobbies no les interesan a los reclutadores, o incluso pueden
resultar contraproducentes".
Por tanto, y
respondiendo ya más directamente al lector de ayer, yo diría que es necesario
aplicar el sentido común; nuestros hobbies pueden dar pistas a un reclutador
sobre cómo somos, por lo que debemos pensar si para el puesto / empresa a la
que optamos, eso puede resultarnos beneficioso o por otra parte perjudicial.
No obstante,
será preciso recordar siempre que nunca podremos controlar lo que pensará un
reclutador al ver un CV. Quiero decir, ante una determinada afición, dos
reclutadores pueden tener opiniones absolutamente contrarias. Aunque si
consideramos que esas aficiones nos definen correctamente, y pensamos que pueden
aportarnos características positivas, yo no tendría ninguna
duda: las pondría.
Por otra
parte, si no ponemos nuestras aficiones en el CV, no correremos ningún
riesgo, pero sin duda alguna dejaremos pasar una muy buena oportunidad de
transmitir algunos de nuestros valores, a aquellos
reclutadores que se sientan identificados con ellos. En cualquier caso, serán
algo adicional a contar sobre nosotros mismos.
Fuente:
Miguel Angel Riesgo
|
jueves, 28 de febrero de 2013
¿Debemos ocultar datos en nuestro CV?
Suscribirse a:
Enviar comentarios (Atom)
No hay comentarios:
Publicar un comentario