A pesar de que el CV está en clara decadencia, sigue siendo un documento vivo que permite a los reclutadores conocer de un solo vistazo nuestra trayectoria profesional y principales logros. Sin embargo, cada día es más difícil lograr destacar entre tantos candidatos válidos que optan por el mismo puesto, y cuya única diferenciación se plasma de la mejor forma posible en su CV. Es aquí donde surgen nuevas posibilidades que permiten a los candidatos en búsqueda de empleo, el generar un valor diferencial y único, lo cual se consigue mediante la inversión en su propia marca. Esta identidad profesional (marca personal) tiene una relación directa con la creación de oportunidades profesionales.
Por tanto, CV y marca personal son conceptos que están íntimamente unidos, ya que ambos persiguen el posicionarse profesionalmente frente a terceros (reclutadores), con el único objetivo de poder obtener en el futuro nuevas posibilidades profesionales.
Sin embargo, y a pesar de que como veremos más adelante ambas estrategias son complementarias, tienen claras diferencias:
· Con el CV buscamos obtener un empleo lo antes posible; a veces la urgencia nos apremia. Por otra parte, la inversión en nuestra marca es un proyecto a largo plazo donde invertimos en nosotros mismos.
· Es la diferencia entre buscar empleo (CV) o que el trabajo nos encuentre (marca). O dicho de otra forma, buscamos empleo de forma reactiva o proactiva.
· Nuestro CV es uno entre un millón, y puede no ser encontrado. Nuestra marca es única, y puede localizarse ‘fácilmente’ en Internet si la difundimos convenientemente.
· El CV lo usa todo el mundo, mientras que sólo unas pocas personas invierten ‘seriamente’ en su marca personal. Por tanto, en este último caso hay grandes oportunidades.
Por eso, cuál sería la estrategia a seguir para coger lo mejor de cada una y optar a las mayores probabilidades de encontrar un empleo:
· La estrategia debe ser global, usando tanto el CV como la inversión en marca personal.
· Definir un plan que contenga qué, cómo, cuándo y de qué manera se quiere encontrar empleo. En definitiva, qué posicionamiento profesional queremos tener. De las conclusiones obtenidas en el análisis, sabremos el tiempo y esfuerzo que tendremos que dedicar a construir nuestra marca profesional y complementarlo con el envío de CV’s para encontrar trabajo lo antes posible.
· Generar enlaces desde el CV a todos aquellos sitios (blogs, redes sociales, …) donde se esté trabajando la identidad profesional. De esta manera, dejará la puerta abierta para que alguien pueda hacerse una idea mucho más precisa y amplia del tipo de profesional de que se trata.
· De la misma manera, en aquellas páginas en las que se esté generando contenidos (blogs, redes sociales, …), crear enlaces al CV. Esto permitirá que otros puedan ver un resumen rápido que dé una perspectiva de la trayectoria laboral.
· El mantener un blog exige unas capacidades notables, prácticamente como dirigir una empresa, por lo que es necesario incluir el blog en el CV, como si se tratase de una experiencia más. Ello permitirá a cualquier reclutador conocer mucho más sobre el candidato, lo que dará a éste sin duda alguna un valor adicional y diferenciador.
· Difudir no sólo el CV, sino especialmente la marca profesional. El CV es algo así como un tweet, en el sentido de que, una vez en manos de un reclutador, puede ‘existir’ durante unos pocos segundos. Por otra parte, la marca personal, trabajada de forma constante, deja un rastro duradero.
Por tanto, trabajar en ambas estrategias nos proporciona mayores posibilidades de encontrar un empleo, incrementando nuestra visibilidad y potenciando nuestras capacidades frente a los reclutadores.
Fuente: Bloguismo
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