martes, 5 de marzo de 2013

Cómo hacer tu empresa duradera

No todas las start up nacen para ser adquiridas por una gran firma al cabo de un tiempo. Hay emprendedores que acaban convirtiéndose en empresarios y desean permanecer vinculados a sus negocios toda la vida. Así puedes lograrlo.

La consolidación de una start up hasta convertirse en una empresa robusta, rentable, que genera empleo y es sostenible en el tiempo nunca ha sido una tarea sencillo. Menos aún en los tiempos que corren, con subidas impositivas, recesión económica, estancamiento del consumo, crecimiento constante de la competencia y escasez de financiación bancaria.
Se trata de una tarea complicada, pero ni mucho menos imposible. España es un país poblado de pequeñas y medianas empresas y muchos empresarios que en su día fueron emprendedores han sabido convertirse en gestores para dar continuidad a sus proyectos, sobrevivir a los cambios de ciclo y permanecer ligados a sus firmas.
Es el ejemplo, entre otras muchas, de tres firmas en diferentes estadios: una que ha sobrepasado las tres décadas y acomete la sucesión familiar en la dirección. Otra que va camino de alcanzar su segunda década y una tercera se acerca a su primera década de actividad. Con todas sus diferencias, las tres coinciden en destacar la innovación para acometer nuevos proyectos dentro de sus empresas, el lanzamiento de nuevos negocios y la internacionalización.
“El crecimiento sostenido sin grandes altibajos y la innovación son clave para sobrevivir”
Testimonios
Roque de las Heras es un inspector de Hacienda que dejó su plaza hace 35 años para fundar un centro de preparación de oposiciones que amplió después su oferta a cursos para empresas y programas de posgrado, y que quizá alcanzó su hito hace seis años al poner en marcha la Universidad a Distancia de Madrid (Udima).
De las Heras destaca el compromiso del emprendedor con su proyecto empresarial y sus empleados, la entrega total al negocio, la ilusión y la tenacidad, como elementos clave para salir adelante y tener éxito. Hoy da progresivamente el relevo a su hijo en el liderazgo de un grupo que tiene 230 empleados y factura 25 millones de euros.
“La cercanía al cliente debe ser siempre una máxima: hay que escucharle y atender sus demandas”
Rafael Rodríguez-Alberola dio rienda suelta a su vena emprendedora cuando aún era universitario. Comenzó a organizar ferias junto a un compañero de carrera, Alberto Álvarez, hace 17 años. Así nació Círculo Formación, una consultora que ahora gestiona 62 muestras de educación superior al año en 13 países y da servicios de márketing y reclutamiento a escuelas de negocios y universidades.
Este madrileño resalta ante todo la necesidad de mimar a los clientes para conservarles, escucharles para adaptarse a sus necesidades y la innovación para adelantarse a los cambios del mercado. "De los primeros 33 mantenemos 31 porque uno quebró. Ahora, tenemos 150", asegura. En ese tiempo la empresa ha crecido de forma prudente y progresiva hasta tener un equipo de 14 empleados y facturar 1,5 millones de euros.
Casimiro Gracia es un empresario barcelonés que aún dirige la firma de consultoría de transformación de negocios que fundó con cuatro socios hace ocho años, aunque después ha emprendido otros negocios. Hoy, Axis Corporate tiene más de 400 empleados, factura 30 millones de euros y está en Brasil, China, Reino Unido, Estados Unidos, Alemania y España.
Su director cree que para sostenerse en el tiempo las empresas deben hacerse y resolver tres cuestiones: si son capaces de gestionar internamente sus proyectos y retos; si sus finanzas aguantan también esas nuevas metas y propuestas; y si con lo que hacen y los recursos que ponen en ello están aportando valor real a la compañía.
Las prácticas de las compañías que cumplen años
Roque de las Heras. Fundador y presidente del Centro de Estudios Financieros (CEF).
  • Reflexión constante sobre lo que se hace, proposiciones de mejora y nuevas actividades.
  • Conocer el negocio, el mercado y la actividad.
  • Contar con los mejores profesionales, acertar con los colaboradores y confiar en ellos.
  • Motivar a las personas para conseguir los objetivos y procurarles estabilidad en el empleo.
  • Reinvertir los beneficios. Nunca olvidar que lo primero es la empresa y para ella hay que conseguir los mejores medios materiales y humanos.
  • El fundador debe ser el primero en entrar y el último en salir, dar ejemplo y tener dedicación total.
  • Arriesgar y al tiempo medir los riesgos. Que éstos sean moderados. No juega sólo con su dinero, sino con sus trabajadores. El empresario no es un jugador.
  • Planificar a largo plazo y ponerse metas, pero sin olvidar los problemas de cada día.
  • Innovar. No se puede vivir de las rentas. Si ocurre, pensar en otras personas para dirigir la empresa.
Rafael Rodríguez-Alberola. Socio fundador de Círculo Formación
  • Atención y servicio al cliente: escucharle, mimarle y estar siempre atento a sus necesidades para adelantarse a ellas y no ir a remolque.
  • Rodearse de un buen equipo de profesionales e incorporar socios que aporten ideas, incluso entre los empleados como premio a su labor.
  • Crecer poco a poco.
  • Estar siempre al pie del cañón, aunque se delegue. Los fundadores siempre deben estar pendientes del negocio, incluso de los pequeños detalles.
  • Controlar los riesgos y los costes. En la medida de lo posible autofinanciar el crecimiento reinvirtiendo los beneficios en vez de repartirlos y no endeudarse.
  • Internacionalizarse poco a poco. El mercado local está muy complicado.
  • Innovación para generar nuevas vías de negocio, pero sin arriesgar en sectores que no se conocen.
  • Evolución y adaptación para responder a las necesidades y percepciones de clientes y mercado. Saber interpretar los ciclos y las tendencias.
Casimiro Gracia. Socio fundador de Axis Corporate
  • Renovarse constantemente, especialmente en algunos sectores que cambian a gran velocidad.
  • Estar muy cerca del cliente: no medir sólo ventas y satisfacción, también su experiencia con nosotros.
  • Equipo comprometido con la compañía, volcado en los proyectos, motivado y perfiles bien asignados.
  • Alternar la gestión del día a día con la visión a medio y largo plazo. Hay que dedicar un tiempo a planificar de forma visionaria a la vez que realista.
  • Buscar crecimientos rentables y sostenibles en el tiempo, sin grandes subidas y bajadas.
  • Plantearse siempre cómo mantener las ventas y aumentarlas a través de la internacionalización, nuevos canales de venta o segmentos de clientes.
  • Buscar eficiencia, ajustar costes e ingresos.
  • Adaptar el tamaño de la empresa a la demanda.
  • Financiación planificada entre 2 y 4 años y equilibrada, con base en los recursos propios. En la externa, procurar que no sea sólo bancaria.
Fuente: Expansión

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