lunes, 4 de marzo de 2013

El nuevo trabajo independiente crea empleos nunca vistos

Si aún no te has creído que el empleo para siempre se acabó y que los nuevos modelos de trabajo ya están aquí, es hora de que te convenzas. Además de nuevas maneras de buscar un puesto que nada tienen que ver con lo que hacías antes, se consolidan también otras formas de trabajar. Hiperespecialización, independencia, proyectos concretos y unipersonales llevan a la creación de perfiles a la carta.

Si adoptas las nuevas fórmulas de trabajo que cada vez más profesionales escogen para dar un giro a su carrera, probablemente nunca más desearás trabajar en una empresa tradicional. Y si dedices colaborar con una compañía de siempre, es muy posible que, como empleado, te relaciones de una manera muy diferente con ella.
Del mismo modo que la búsqueda de un puesto ha cambiado hasta lo impensable, los modelos de empleo evolucionan hacia fórmulas nunca vistas.
Esta transformación implica que no habrá puestos de trabajo, sino creadores de ideas y de valor que funcionarán en una organización o por su cuenta. Podría decirse incluso que en el próximo siglo no existirán las profesiones. No se contratará a las personas, sino a sus capacidades, y por horas.
“Los nuevos modelos exigen compañías abiertas a otro tipo de flexibilidad”
La convivencia intergeneracional, además, obligará a concebir nuevos modelos de empresa y a rediseñar los itinerarios profesionales. Habrá que pensar en recuperar la experiencia de los mayores desde nuevos modelos profesionales de colaboración a tiempo parcial, e incluso se puede contemplar la posibilidad de trabajar como socios en determinados proyectos y como competidores en otros.
Tampoco se descarta el incremento de los proyectos unipersonales –aprovechar la experiencia concreta para una iniciativa determinada–, más si se tiene en cuenta la tendencia al emprendimiento como reacción a la crisis y al modelo tradicional de empresa que se da en algunas generaciones.
El cambio en la forma en la que trabajamos es una de las grandes revoluciones de los próximos años, y llega con un boom del empleo independiente que transforma la manera en la que vemos y entendemos nuestras carreras y profesiones.
“Se tiende a dividir el trabajo en microtareas y se atrae al talento que pueda cumplirlas”
Algunos hablan también de supertemps (supertemporales) para referirse a aquellos profesionales y directivos que han sido formados en las mejores escuelas de negocios y han trabajado en las principales compañías, pero que han escogido una carrera laboral independiente de cualquier organización tradicional.
Según Forbes, "el número de estos supertemps es creciente, y están en la vanguardia de un cambio en el mundo del trabajo y de los negocios. La mayor parte de profesionales que se ajustan a este nuevo modelo son ‘refugiados’ de grandes corporaciones, firmas de consultoría o bufetes de abogados importantes que valoran la autonomía y la flexibilidad de un proyecto temporal de trabajo, y que han descubierto además que la compensación (económica) es comparable a lo que ganaban en sus antigua actividad a tiempo completo. Algunas veces incluso es superior".
Krista Walochik, presidenta consejera delegada de Norman Broadbent, se refiere a la teoría del trébol de Charles Handy: los trabajadores principales, indispensables, están en la primera hoja y forman un núcleo de organización con profesionales a tiempo completo y dedican su vida a la empresa (un 20% hace el 80% de las funciones principales). Es el núcleo central, más selecto, mejor pagado y más productivo.
La segunda hoja se refiere a los trabajos externalizados hacia empresas especializadas subcontratadas que hacen outsourcing; la tercera hace referencia a los freelance, a tiempo parcial, autónomos, los que no quieren o no pueden conseguir empleos en el núcleo central de la organización, con más flexibilidad en su relación con el trabajo, y que ofrecen un servicio de calidad.
Walochik habla de "superespecialistas en compañías que cuentan con un equipo core pero que necesitan de forma puntual gente superexperta que entra en los primeros momentos para estabilizar la organización".
Nueva relación
Raúl Grijalba, presidente ejecutivo de Manpower Group, destaca que cada vez más empleados dejan de tener relación con su compañía histórica: "Se trata de superprofesionales muy cualificados que desean ser independientes. No quieren emprender un negocio sino explotar su marca personal y sus contactos. No les va tener una sola nómina, les gustan los entornos colaborativos y la flexibilidad, y pueden presumir de una gran especialización. Además, existe la tecnología para hacerlo desde cualquier sitio y por un tiempo determinado. Todo esto es real y funciona de verdad".
Krista Walochik explica que "también se da el caso de profesionales con trabajos ejecutivos que trabajan para compañías pequeñas y medianas que requieren de gente con más experiencia y conocimientos de los que pueden pagar. He visto a profesionales con hasta seis y siete tarjetas diferentes de director de recursos humanos. Asumen una responsabilidad de dirección pero trabajan un número de horas y días más reducido y ayudan a otros equipos".
Paco Muro, presidente ejecutivo de Otto Walter, recuerda que "hasta hace poco parecía que la única fórmula del éxito profesional era lograr un trabajo estable, ya sea por cuenta ajena o propia. Todo lo demás se consideraba un parche, un nivel menor. Hoy las cosas han cambiado, el mercado laboral no da para trabajos de larga duración, ni tan siquiera de medio plazo. Las empresas tienen muchas dificultades para contratar a más gente sin poner en peligro su supervivencia, pero necesitan más que nunca la ayuda y aportación de personal cualificado para avanzar. Y aquí es donde surge una nueva oportunidad para los especialistas. Se trata de trabajar puntualmente para solventar una contingencia concreta de una empresa".
Grijalba cree que en ese fenómeno de trabajo independiente entran los especialistas informáticos, de márketing, los controller financieros, profesionales de recursos humanos, o directores de comunicación: "Se trata de una realidad que necesita el perfil de profesional que decide ser independiente, pero no es autoempleo, ni tampoco emprendimiento; y además requiere de compañías abiertas a este tipo de flexibilidad".
Muro advierte de que esto no es algo nuevo estrictamente hablando. Lo novedoso es cómo se aplica ahora: "Lo que antes era casi hasta mal visto, ahora es una salida perfecta, a veces la única, mientras las cosas no mejoren. Se trata de hacer trabajos puntuales, quizá de unas pocas semanas, o días, para aportar valor en un tema concreto, en un momento preciso, a una empresa. Para esto hay que ser especialista, esto es, muy bueno en algo. Puede ser una valía técnica, de conocimientos, por larga experiencia o por capacidad de trabajo".
Concluye que "la clave para todo esto es estar dispuesto a aceptar trabajos con poca expectativa de duración, creer en uno mismo, ser bueno en algo y demostrarlo, dejando encantada a cada empresa que contrate tus servicios. Pasarán de ser tus jefes a tus clientes".
Otros modelos
1. No se contratará a las personas sino a sus capacidades, y por horas.
2. Hay modelos de colaboración a tiempo parcial. Se trabaja como socio en unos proyectos y como competidor en otros.
3. Habrá un incremento de los proyectos unipersonales.
4. Cada vez hay más profesionales que viven de solucionar problemas a empresas, reconvirtiendo su estado de parado a especialista.
5. Hay superprofesionales cualificados que son independientes, pero sin emprender un negocio. Explotan su marca personal.
Fuente: Expansión

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