domingo, 15 de abril de 2012

Consejos prácticos: La entrevista de trabajo


Relájate y disfruta de la entrevista. No se trata de ver si eres apto para la empresa sino de ver si empresa y tú encajáis.
La entrevista es la fase clave dentro del proceso de selección. Complementada con el resto de pruebas de selección, la entrevista personal tiene como objetivo contrastar los demás datos que los responsables de selección han ido obteniendo sobre ti y, en algunos casos, testar habilidades concretas que no pueden ser evaluadas mediante otros medios.
Pero más allá de todo eso, el objetivo esencial es conocerte como persona. “¿De dónde viene?”, “¿cuáles son sus motivaciones?”, “¿cómo se relaciona con los demás?”, “¿soportará la presión?”, “¿es capaz de asumir responsabilidades?” o “¿encajará con el equipo?” Son las dudas que rondarán la cabeza de tu entrevistador.
En una entrevista no se busca encontrar candidatos que sepan responder correctamente a todas las preguntas y se conozcan todos los “trucos”. La persona que te entrevista necesita saber si eres la persona indicada para la empresa y para ese puesto concreto por lo que es indispensable que te muestres tal y como eres. Trata de ser tú mismo, no te esfuerces en distorsionar la realidad, seguro que te mueves con soltura en el mundo de la interpretación pero el entrevistador lleva cientos de entrevistas a sus espaldas y si no eres Robert de Niro se dará cuenta y lo penalizará.
Olvídate del  miedo al fracaso al ir una entrevista, sólo se trata de mostrar quien eres y de que os conozcáis. ¿No te han dicho una y mil veces que es importante realizar buenas preguntas al entrevistador sobre la empresa? Pues este es el motivo, en el tiempo que dure la entrevista debéis conoceros mutuamente, ellos a ti y tú a la empresa.
Objetivos y preparación
La persona que te entreviste tiene dos objetivos concretos: saber si eres el candidato idóneo para el puesto (si puedes, sabes y quieres ocuparlo); y en segundo lugar, tratar de predecir tu rendimiento en el mismo. Por ello, además de tu CV,  se esforzará  en averiguar qué clase de persona eres,  tus valores, prioridades y objetivos. Insistimos, muéstrate tal y como eres.
Antes de ir a una entrevista es importante que te informes bien sobre la empresa y sobre el puesto de trabajo en el que estás interesado ya que es habitual que te pregunten: ¿Por qué quieres trabajar en esta empresa?, o ¿por qué quieres ese puesto y no otro? Tampoco trates de ganar puntos en la entrevista respondiendo a todo que sí o tratando de hacer creer al entrevistador que siempre quisiste trabajar en su empresa o que lo sabes todo. Es más sencillo que no tengan en cuenta si tienes un error o si desconoces algo que te pregunten, que te perdonen una actitud arrogante o actuar como un “sabelotodo”.
Además es recomendable que practiques mucho esta fase del proceso de selección para que puedas vencer a tus principales enemigos en la entrevista: los miedos e inseguridades que pueden provocar que cometas errores o que te líes. De hecho, muchos candidatos suelen entrevistarse primero con aquellas compañías que no están dentro de su lista de prioridades para practicar y ganar tablas para las pruebas con sus empresas preferidas. El secreto es el mismo que cuando quieres ligar, la seguridad. Modelos y genios hay pocos, procura estar dentro del grupo de las personas seguras para tener éxito en ambos campos.
Durante la entrevista, escucha atentamente al entrevistador, sobre todo cuando te está hablando de las funciones que deberás desempeñar en caso de entrar en la compañía. Si no entiendes algo o te queda alguna duda sobre las mismas, haz las preguntas que creas oportunas y necesarias, preferiblemente al final de la entrevista. Siempre debes dejar que el entrevistador lleve las riendas de la conversación y no caer en el error de hablar más de la cuenta. Tú no mandas, aprovecha las oportunidades que te ofrezcan porque no sabes cuántas vas a tener o cuántas te quedan hasta el final de la entrevista.
En la entrevista el tiempo es oro. No lo pierdas hablando de temas poco importantes o que digan poco de ti. Es mejor que te organices bien y a lo largo de la entrevista exprimas las posibilidades de promocionarte. La entrevista personal es el momento en el que puedes marcar la diferencia respecto a los demás candidatos. No respondas las preguntas a modo de telegrama con monosílabos, aprovecha cualquier oportunidad para aportar la información que quieres que conozcan sobre ti, siempre y cuando guarde cierta relación con la pregunta que te han realizado. El entrevistador dirigirá la prueba hacia donde más le interese, pero tú puedes hacer lo mismo con tus respuestas. Tú no mandas, aprovecha las oportunidades que te ofrezcan porque no sabes cuántas vas a tener o cuántas te quedan hasta el final de la entrevista.
Es importante que antes de la entrevista repases tu CV y reflexiones sobre cuáles son tus puntos fuertes y débiles para tratar de explotar todo lo que vaya a dar una buena imagen de ti. Apréndetelo, conoce cada punto y coma que haya en tu CV, no pueden haber situaciones en las que te pregunten por algo concreto de tu CV y en ese momento no caigas sobre a qué se refieren.
Recuerda también que en ocasiones tiene más peso que sepas por qué has hecho algo, que el hecho en sí. Te preguntarán el porqué de casi todo lo que puedan y tú responderás con buenos argumentos, sobretodo ahora que te hayamos avisado.
Tipos de entrevistas
La entrevista telefónica: Suele cogerte desprevenido y muchas empresas la utilizan como otro tipo de filtro antes de la entrevista personal. Por ello en el proceso de búsqueda de empleo has de estar preparado ante cualquier llamada, tener información suficiente de la empresa y saber lo que quieres decir. Importante indicar en tu CV tu teléfono móvil y no el de casa, puedes indicar también en que horas estás disponible,  ya que, lo creas o no, la persona que llama quiere hablar contigo y no tanto con tu madre o hermano.
La entrevista personal: En ella el entrevistador trata de crear un clima agradable que facilite la comunicación y le permita conocerte y evaluar tu idoneidad para el puesto. Su objetivo es conseguir la mayor cantidad de información posible sobre ti, por tanto, aporta todo lo que puedas, no te quedes callado y sé natural. Recuerda que esta entrevista no tiene normas establecidas.
La entrevista técnica: El objetivo de esta entrevista es valorar tus conocimientos técnicos respecto de un tema en concreto, ya sea tus estudios o el trabajo que vas a desempeñar en la empresa. Esta entrevista deja poco margen a la improvisación y es más escueta que la anterior.
La entrevista de tensión: En ella se intenta ver cómo te desenvuelves ante posturas más agresivas para tratar de entender cómo reaccionarías en situaciones similares cuando trabajaras en la empresa. Por tanto, el entrevistador desempeñará un rol con el que querrá conseguir ponerte en una situación “complicada”. Para salir airoso, lo mejor es que te muestres respetuoso pero que defiendas tu lugar y no te desmorones. Como curiosidad, podrías ver algún día la película española El Método, basada en la obra teatral El Método Gronhölm, y dirigida por Marcelo Piñeyro.
El método del caso: Esta prueba te acercará a la realidad empresarial de la compañía. Por medio de un caso real te tendrás que involucrar en un proceso de análisis y discusión acerca de cómo tomar decisiones, cuáles son las más adecuadas y por qué. Se pretende que estudies la situación, definas los problemas, llegues a tus propias conclusiones y defiendas tus ideas.
Brain teasers: Los brain teasers son preguntas que pretenden analizar tu capacidad analítica y de cálculo. Realmente, no se trata de dar la respuesta correcta, que en muchas ocasiones será imposible, sino de razonar adecuadamente para poder llegar a conclusiones más o menos aceptables.
A los brain teasers les dedicamos hace poco una post, os dejamos el link para que podáis tener información más completa y ver algunos algunos ejemplos.
Ver post sobre brain teasers
Fuente: jobandtalent

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