Pero ahora que has salido, ¿qué pasa? ¿A esperar y esperar por si te avisan de que sí has sido seleccionado o de que no lo has sido? ¿Morderte las uñas en casa mirando el correo y el teléfono a todas horas?
En principio sí, pero basándome en mis experiencias y en algunos artículos, he recopilado algunas señales que pueden ayudarte a pasar mejor el trago de la espera.
1. La duración de la entrevista. Si la entrevista acaba pronto, puede ser señal de que el candidato no se adapta a lo que se esperaba por el currículum y el reclutador no quiera indagar más. Dependerá siempre del estilo del entrevistador y por supuesto, del puesto al que optes, ya que todos los puestos no requieren la misma información, pero en general, cualquier entrevista de duración inferior a 30 minutos no suele ser de resultado positivo.
2. El contenido de las preguntas. Que te dé tiempo a explicar tus logros, metas, objetivos profesionales, que el reclutador entre en preguntas más personales (sin invadir tu intimidad), son indicadores de que le has interesado como candidato y que ha querido aprender más sobre ti. Que la conversación fluya como un diálogo puede ser bueno, pero también puede ser que el reclutador sea un fenómeno haciendo entrevistas; así como que si el entrevistador está siempre serio y distante no significa necesariamente que no le hayas gustado, puede tener un perfil más elevado y tomárselo con mayor distancia.
3. Los siguientes pasos del proceso de selección. ¿Te ha explicado si habrá una segunda entrevista? ¿Te dio su tarjeta por si necesitas contactar con él o ella? Es más que probable que le intereses y quiera asegurarse sucintamente de que no vas a dejar de interesarte tú.
4. El tiempo de respuesta. Este es el aspecto más difícil de controlar por el reclutador, a no ser que seas una de las últimas personas en hacer la entrevista y pueda calcular con mayor exactitud cuándo estará tomada la decisión. Pero si formas parte de los primeros entrevistados, no te angusties, hay imprevistos que hacen que el proceso se alargue más de la cuenta. Lo ideal es comprobar con el entrevistador si te avisarán del fin del proceso en un sentido o en otro, y para quedarte tranquilo, preguntar en tu entorno si conocen las prácticas que suelen llevar a cabo en esa empresa a la hora de avisar a los candidatos.
5. La utilización de tus referencias. Si tras tu entrevista ha llamado para pedir referencias tuyas a tu anterior empresa o al contacto que has dado, es un indicador de que quiere contrastar lo que ha visto de ti en la entrevista con otra persona que te conozca bien en un entorno laboral. Es un buen indicador normalmente, si le dan buenas referencias es muy probable que continúes en el proceso.
6. Respuestas a preguntas que no has formulado. Cómo los beneficios de trabajar en una empresa como esa. Está intentando “convencerte” de que estar ahí es bueno, que te aportará mucho, que crecerás profesionalmente… nunca expresado de esta forma, más bien es una explicación corporativa, pero si no encajas con el modelo de la organización y no preguntas acerca de ello, ¿pa’ qué?
Estas indicaciones son sólo eso: indicaciones. Es verdad que en la mayoría de los casos pasa lo que os estoy contando, pero no significa que os vayan a dar el puesto seguro. Un proceso de selección es largo y no sólo depende de que haya habido buen feeling con el entrevistador, las necesidades de la empresa y tu perfil completo hacen la mayor parte del trabajo.
En cualquier caso, para dejar buen sabor de boca, siempre podéis enviar una carta de agradecimiento a posteriori, como recomienda Víctor Candel en su blog, y si veis que ha pasado un poco más del plazo convenido para avisaros y tenéis el contacto de la empresa, llamad para interesaros por el estado del proceso. Es comprensible (principalmente en estos tiempos) que tengáis que organizar vuestro tiempo.
¿Os habéis fijado alguna vez en estos comportamientos de los entrevistadores? ¿Salió bien?
Fuente: Objetivo Recursos Humanos
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