lunes, 1 de abril de 2013

Supera el miedo a cambiar de empleo

Existen dos tipos de miedo: el que paraliza y el que te aboca a la prudencia. Eres una clara víctima del primero de ellos, si empiezas a ser consciente de que tu empleo ya no es lo que era, que no te aporta nada y te aburre, pero no te atreves a hacer nada.

Aún a sabiendas de que el factor económico juega un papel importante para plantearse un cambio de este calibre, Pilar Jericó, socia directora de Be-Up, afirma que, además, el profesional debe partir de unas premisas: "Es muy importante que conozca sus miedos para afrontarlos y que esté convencido de que realmente es capaz de hacer otras cosas que le aportan más. Estos factores son imprescindibles para cambiar de empleo o buscar una actividad que de verdad te llene".
Afán de superación
Quitar importancia a ese temor que te impide seguir tu instinto es el primer paso. "El miedo te ancla en el pasado, la forma de superarlo es mirar al futuro", recuerda Jericó. No te lamentes de tu situación porque, como dice José Manuel Chapado, socio de Isavia, "la única manera de fulminar este malestar es situar el pensamiento y la emoción en el futuro".
Se trata de imaginar cómo será tu vida diaria, qué puedes conseguir en esa nueva actividad que quieres desarrollar, ya sea por cuenta ajena o propia. "Este es el segundo escalón para conseguir tu objetivo: estar más cerca de la realidad en la que quieres participar", añade Jericó. Sin embargo, conviene que no te dejes llevar en exceso por tus emociones. Para evitar que la balanza se incline demasiado a la emoción, Chapado recomienda dar a conocer tus intenciones al mayor número de personas: "Un exceso de cautela o de entusiasmo puede frenar la consecución de tu objetivo. Por eso es bueno que compartas tus planes de futuro y contrastes los pros y los contras".
Jericó señala que "es muy importante que el profesional esté seguro de sus fortalezas; que recuerde su historia personal para no cometer errores; que se abra al mundo y que busque el apoyo de otros para rebajar el impacto del miedo". Avanzar sobre seguro, con un conocimiento previo del terreno que se va a pisar es, para Chapado, otro factor para reducir el vértigo ante lo desconocido: "Contar con la experiencia de otros en este recorrido es poner luz al camino para avanzar con menos riesgos. Si te has atrevido a dar el paso hay que caminar sin mirar atrás".
Nuevo rumbo
En un cambio profesional, lo que provoca miedo es abandonar la rutina. Levantar el pie de la superficie conocida es el punto de vértigo que nos obliga a retroceder y no avanzar. Para dar el paso, hay que ser capaz de soltar: es la clave del progreso.
Fuente: Expansión

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