Quizá suene sorprendente hablar de ‘multiempleo’ en
un entorno laboral dominado por el paro. Sin embargo, entre los modelos de
empleabilidad está el de quienes son capaces de gestionar diversas
ocupaciones.
No se trata del
pluriempleo de toda la vida. Hay quien habla de slashers, o de profesionales
multitarea: una persona y varias carreras a la vez. Paco Muro, presidente
ejecutivo de Otto Walter España, explica que esta tendencia no tiene que ver
con el trabajo en el que, a tu jornada completa en un sitio, le añadías otra
ocupación en otro a base de echarle más horas: "Aquí se trata de emplear
tu tiempo de trabajo en varios empleos compatibles e independientes. Cada empresa
sabe que trabajas con los otros y que no les afecta a su funcionamiento, ni
usas sus recursos para terceros. Y están encantados de tener un especialista
fijo a tiempo parcial que tiene cubiertas sus necesidades económicas y
vitales gracias al resto de trabajos que ejerce, por lo que ofrece seguridad
y continuidad".
Muro añade que, a cambio,
el empleado tiene varios jefes (no depende de uno solo); su salario proviene
de varias firmas; realiza actividades variadas sin tener que renunciar a
ninguna de sus áreas de especialidad o de desarrollo; se obliga a ser ético y
eficaz; y obtiene estabilidad laboral por ser enormemente útil a un coste muy
asequible para quien le contrata.
Jorge Cagigas, socio de
Epicteles, asegura que éste es un modelo que se va extendiendo porque, entre
otras cosas, mejora la competitividad de las empresas: "Con él
garantizas la posibilidad de contratar a profesionales por un tiempo
determinado y en función de ciertos proyectos que de otra manera no te
podrías permitir. Es una fórmula colaborativa que permite hacerlo sin costes
fijos, y que genera competitividad y rentabilidad".
“Hoy en
día lo normal empieza a ser tener diferentes experiencias en distintas
compañías”
En un mundo en el que ya
no existe el trabajo para siempre, esta modalidad de empleo resulta una
alternativa interesante para que uno mismo se fabrique una estructura laboral
y salarial más estable e independiente de los vaivenes de una compañía
concreta.
Muro añade que "se
trata de trabajar de manera que siempre puedas tener activo y preparado un
plan B y otro C. Ésa es una de las ventajas de trabajar en modo slasher.
Haces compatibles varias actividades para distintas empresas o clientes, y no
te limitas a un único empleador. Aquí la organización personal y la
fiabilidad son clave. No puedes fallar a nadie, y ninguno de tus
empleadores-clientes permitirán que retrases lo que te han encargado por
estar ocupado en otro proyecto".
Portfolio de carreras
Krista Walochik,
presidenta consejera delegada de Norman Broadbent en España, recuerda además
que este esquema profesional con el que se identifica a los slasher –los que
tienden a compartimentar su jornada laboral para atender a las diferentes
tareas– permite hablar de un portfolio de carreras. Quien sea capaz de
administrarlas y pueda hacerlas compatibles tiene asegurado un movimiento
laboral que facilita la adaptación al nuevo mercado laboral e impulsa la
empleabilidad.
“Las
nuevas fórmulas de trabajo muestran que estamos creando un mundo de
microempresarios”
Los slasher son individuos
capaces de crear este portfolio de carreras, algo que implica identidades
profesionales múltiples. Sus ingresos están asociados a fórmulas que tienen
que ver con el trabajo independiente, el empleo temporal, la actividad freelance
o incluso el emprendimiento.
En este sentido Walochik
asegura que "la gente emprende hoy más que nunca, y estas nuevas
opciones se pueden relacionar con las microempresas. Estamos creando un mundo
de microempresarios".
David Lurie, director
general de la consultora Setsights, especializada en coaching, explicaba
recientemente en The Guardian que "en Reino Unido, los emprendedores son
un ejemplo típico de grupo profesional que espera extender sus carreras e
intereses en áreas múltiples". No es precisamente una recomendación de
los inversores, que suelen exigir dedicación plena a los proyectos, pero
Lurie afirma que "resulta muy común para los emprendedores, de la edad
que sean, trabajar de 9 de la mañana a 5 de la tarde en algo y de 5 de la
tarde a 9 de la mañana en otra cosa".
Cagigas cree que estas
transformaciones profesionales tienen asimismo mucho que ver con la marca
personal, y señala dos aspectos de cambio respecto de la relación laboral
clásica: en primer lugar, y por lo que se refiere a la permanencia en un
puesto de trabajo, hoy lo normal empieza a ser tener diferentes experiencias
en distintas compañías. En segundo lugar, tiende a incrementarse el número de
actividades que uno desarrolla en su puesto.
Y a todo esto se añade que
hemos pasado de una sociedad industrial a otra de servicios, con lo que
cambia radicalmente el tipo de ocupaciones. Cagigas explica que "las
relaciones laborales tienen un carácter cada vez menos exclusivo y menos
esclavista. Y además está el personal branding: se amplía el
espectro de acciones y factores que ayudan a incrementar nuestra
empleabilidad, y de este modo la gente decide verticalizar el rango de
productos y servicios que está dispuesta a ofrecer".
Inseguridad
El socio de Epicteles cree que estamos en un momento incipiente: "Antes, la relación de trabajo se entendía con carácter exclusivo, y eso aún subyace. Además está la idea de precariedad. En España, pensar que tú eres quien dirige los servicios que prestas, choca con el miedo a la falta de protección que te proporciona un empleo por cuenta ajena".
Lurie añade que,
"desafortunadamente, y a pesar de las ventajas que ofrece el modelo
slasher, algunos conceptos y actitudes resultan difíciles de cambiar. Muchos
empleadores desconfían de profesionales que simultanean distintos trabajos
sin una dedicación exclusiva".
Los slasher descubren
además que no quieren hacer siempre lo mismo, un día tras otro, y buscan
nuevos modelos de carrera profesional mucho más abiertos y flexibles que
satisfagan esas necesidades.
Cagigas concluye que esto
tiene que ver con el hecho de decidir cuánto y para quién trabajas:
"Esta decisión permite que te puedas especializar en aquellas
actividades que más te llenan. A la vez aumenta el rendimiento del
profesional, que controla su carrera, ahora basada fundamentalmente en lo que
de verdad le interesa".
¿Qué te lleva
a tener varias ocupaciones?
Siempre ha habido personas
con varios trabajos. Además del tradicional pluriempleo, hay fórmulas
profesionales diversas ‘históricas’: ejemplos como el de Miguel Ángel
–pintor, escultor, filósofo, físico...– lo atestiguan.
Ovidio Peñalver, socio director de Isavia, recuerda que "históricamente, siempre ha habido una tendencia a reinventarse profesionalmente de forma simultánea. Sin embargo, en la segunda mitad del siglo XX esto quedó bloqueado por la pervivencia de ‘trabajos únicos’, ‘de por vida’ y extensivos en horario. Primaba un único empleo en el que predominaba la actitud mental de querer jubilarte en él".
Antes, la relación entre
empleador y empleado era de por vida. Ahora la media de duración no llega a
cinco años. Todo esto se transmite a las organizaciones, y hay cada vez más
gente que se siente abierta a diferentes opciones y a moverse en el mercado.
Peñalver asegura que el cambio de modelo de relación profesional –más libre,
pero también más inseguro– ha dado motivos para tener varias ocupaciones:
* Cada vez hay más
ocupaciones por proyectos. Incluso se da el caso de empresas de trabajo
temporal para profesionales muy cualificados.
* La pura seguridad lleva
a multiplicar los puestos. El desempleo y las dificultades del mercado
laboral nos llevan siempre a diversificar el riesgo.
* Hoy nos permitimos más
que antes conectar lo que hacemos con lo que de verdad nos gusta. Los
‘happyshifters’ buscan la felicidad en el trabajo, y disfrutar con lo que
hacen. Resulta cada vez más evidente que todos tenemos diferentes intereses y
buscamos actividades profesionales adecuadas a ellos.
* Pretendemos aburrirnos
menos en el trabajo y estar mucho más activos en nuestro puesto. Varias
ocupaciones te ofrecen la posibilidad de un entorno profesional más variado y
estimulante.
* Nos guste o no, el nuevo
entorno profesional en el que vivimos es multitarea.
* A lo largo de nuestra
vida solemos dedicarnos a dos actividades laborales muy distintas. Tenemos
dos pulsiones: una es ganarnos la vida desde lo más racional, y eso hace que
terminemos en el trabajo que ‘debemos hacer’. Pero otra es ‘lo que quieres
hacer’, lo emocional. Y así terminas permitiéndote una actividad que te gusta
y deseas.
* Antes te formabas en
algo, y esa formación te servía casi para siempre. Ya no es así. Dentro de
una década puedes estar ganándote la vida en algo que ni adivinas, en un
trabajo que hoy ni siquiera existe. Resulta indispensable reinventarse por
necesidades del mercado. Esto hará que tengamos distintos trabajos por simple
supervivencia. Cambian nuestros intereses, necesidades y gustos. Tras una
década trabajando en algo concreto decides hacerlo de otra manera. Te
reinventas profesionalmente varias veces en tu vida.
* Definir un cambio de carrera
es algo difícil, porque hay trabajadores que adquieren nuevas
responsabilidades sin abandonar su campo de actividad habitual; otros cambian
de carrera mientras siguen con el mismo empleador; y los hay que eligen a
otro empleador sin variar de carrera. Algunos expertos aseguran que el común
de los empleados en el mercado estadounidense tendrán varios trabajos a lo
largo de su vida. 7 es el número en el que coinciden mayoritariamente. Otros,
como Solomon Polachek y Stanley Siebert, economistas de la Binghamton
University, elevan a 10,5 la media de empleos que cada estadounidense tendrá
dentro de dos décadas.
Trabajo
independiente, la nueva realidad
Trabajar en una compañía
tradicional no es ya la opción de quienes desean dar un giro a su carrera y
adoptar nuevas fórmulas de empleo que les faciliten la adaptación al nuevo
mercado laboral y les otorgue mayor empleabilidad.
Lo que algunos denominan
‘el nuevo trabajo independiente’ se desarrolla en un nuevo escenario:
* En vez de hablar de
puestos se habla de creadores de ideas y de valor que funcionarán en una
organización o por su cuenta. Hay quien asegura que en el próximo siglo no
existirán las profesiones. No se contratará a las personas, sino a sus
capacidades, y por horas.
* El trabajo se divide en
microtareas y se atrae al talento que pueda cumplirlas.
* Cada vez más empleados
dejan de tener relación con su compañía histórica. Son superprofesionales muy
cualificados que desean ser independientes. No quieren emprender un negocio
sino explotar su marca personal y sus contactos. No son partidarios de tener
una sola nómina. Les gustan los entornos colaborativos y la flexibilidad.
* Parece evidente que las
nuevas fórmulas exigen otro tipo de organizaciones, abiertas a una nueva
flexibilidad.
* Se incrementarán los
proyectos unipersonales que aprovechen la experiencia concreta para una
iniciativa determinada.
* La convivencia
intergeneracional, además, obligará a concebir nuevos modelos de empresa y a
rediseñar los itinerarios profesionales. Habrá que pensar en recuperar la
experiencia de los mayores desde nuevos modelos de colaboración a tiempo
parcial, e incluso se puede contemplar la posibilidad de trabajar como socios
en determinados proyectos y como competidores en otros.
* Se produce un incremento
del empleo independiente que transforma la manera en la que vemos y
entendemos nuestras carreras.
* El mercado laboral no da
para trabajos de larga duración, ni tan siquiera de medio plazo. Surgen
nuevas oportunidades para especialistas dispuestos a trabajar puntualmente
para solventar una contingencia concreta de una empresa. Lo que antes era
casi hasta mal visto, ahora es una salida perfecta. Se trata de desarrollar
proyectos puntuales, quizá de unas pocas semanas, o días, para aportar valor
en un tema concreto, en un momento preciso, a una empresa. Para esto hay que
ser especialista. Puede ser una valía técnica, de conocimientos, por larga
experiencia o por capacidad de trabajo.
Fuente: Expansión
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lunes, 1 de abril de 2013
Decídete a convertirte en ‘multiprofesional’
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