Hace apenas dos semanas, el ministro de Educación y Cultura, José Ignacio Wert, declaraba que "los jóvenes españoles no deben pensar sólo en estudiar lo que les apetece o seguir las tradiciones familiares, sino que han de plantearse esta decisión en términos de necesidades y de su posible empleabilidad". Estudiar y trabajar en lo que nos gusta, o en aquello que es necesario, he ahí la cuestión...
El dilema entre seguir nuestra vovación o dedicarnos a una profesión que resulta imprescindible para el mercado tiene mucho que ver con el tsunami laboral que está cambiando la forma de trabajar, los modelos imperantes y las carreras que antes nos conducían a profesiones con éxito que ahora están en decadencia.
Cada vez tiene menos sentido hablar de puestos de trabajo, porque importa menos la posición concreta y más los creadores de ideas y de valor que trabajarán en una organización o por su cuenta. El mayor problema no será si somos o no imprescindibles, sino cómo podemos adaptarnos a un nuevo escenario sociolaboral que nunca más será el que fue. Muchos perfiles profesionales y gran parte de las carreras de ayer ya no sirven.
María José Martín, directora de atracción y gestión de talento de ManpowerGroup, asegura que en ese dilema entre vocación y carreras necesarias, "lo mejor es combinar lo que a uno le gusta con las opciones válidas que puede tener en el mercado laboral".
Martín recuerda que entramos en un nuevo mundo y en una era diferente, y "lo único seguro es la incertidumbre y la certidumbre del cambio. Importa la agilidad y la capacidad para enfocar problemas muy distintos, y se trata de adaptarse a una realidad que se transforma cada día".
Quién puede aconsejar...
En apenas un lustro veremos posiciones que hoy ni siquiera existen, por lo que resulta muy difícil garantizar a un joven que estudiar determinada carrera le va a dar un puesto de trabajo seguro.
Martín considera que "en el escenario actual resultan necesarios ciertos conocimientos técnicos. Este tipo de formación ofrece herramientas que permiten resolver las nuevas situaciones". En esto coincide César Castel, director de operaciones de Adecco Proffesional: "En la realidad actual quien más posibilidades tiene es quien posee conocimientos técnicos. Hoy las empresas buscan eso, pero la situación actual puede cambiar. La toma de decisiones en cualquier caso no debe basarse en criterios cortoplacistas".
“Lo mejor es combinar la vocación con las opciones válidas en el mercado laboral”
Beatriz Zafra, directora de formación del Consejo Superior de Cámaras de Comercio, cree que lo que hay que tener en cuenta de las carreras no es tanto que sean más o menos demandadas sino que ofrezcan empleabilidad: "Hay titulaciones con una alta empleabilidad, que tienen también una alta presencia en oferta pero un volumen bajo de titulados. Ingeniería informática o de telecomunicaciones son ejemplos de carreras que presentan una alta demanda y pocos alumnos. Otras, como medicina o las ingenierías que no tienen que ver con las TIC, tienen una empleabilidad media, y finalmente están las carreras con baja empleabilidad, como Derecho, Empresariales o Biología: presentan un porcentaje de titulados superior a la demanda del mercado laboral. Si hablamos de titulaciones más demandadas, ADE siempre figura en los primeros puestos, pero al referirnos a empleabilidad hay que reseñar que aquí hay más titulados de los que demanda el mercado laboral".
El director de operaciones de Adecco Proffesional explica además que "aplicar la innovación a las carreras universitarias resulta muy complicado. Es cierto que lo que se estudia en las facultades mantiene una brecha con la realidad empresarial, pero también lo es que marca unas competencias básicas. La realidad supera a las opciones de actualización que tiene la Universidad".
Castel afirma que "la formación debe ser continua durante toda la vida laboral, y más en el escenario actual. Debemos hacer un análisis personal; saber cuáles son nuestras competencias básicas. A partir de ahí, se puede combinar la vocación con la realidad del mercado laboral".
Beatriz Zafra cree que la solución está en combinar vocación y salidas haciéndose especialista: "Este es el punto que te puede diferenciar y hacerte adaptable a las demandas del mercado". Zafra opina que al decidirse por una u otra carrera, "es necesario ver que en ella existe una variedad de opciones. Hay que analizar cómo se puede ser más empleable en esa formación elegida. Para las empresas muchas veces no es tan importante la titulación como ciertas competencias y habilidades. Por ejemplo, alguna de las más demandadas hasta al menos 2020 serán las competencias comerciales y el conocimiento de idiomas".
“La UE tendrá una 'brecha de empleo' de 35 millones de trabajadores en 2050”
Luis Pérez, director de relaciones institucionales de Randstad, asegura que "hay habilidades que no se corresponden con las demandas de las empresas. Se deben desarrollar estas habilidades para ajustar la oferta y la demanda". Pérez indica que el mercado laboral en el futuro se caracterizará por un desajuste cuantitativo y cualitativo: "El primero implica que habrá más trabajadores disponibles que puestos de trabajo en algunos sectores y escasez en otros. El desequilibrio cualitativo apunta a que las habilidades de los trabajadores no se corresponderán con las que se demandan desde las empresas".
María José Martín coincide en que "hoy estudiamos desde los seis hasta los 70 años. Lo lógico es reaprender siempre, reinventar nuestra trayectoria. Si no hacemos esto no podremos adaptarnos al mercado laboral, en el que se está produciendo un desajuste de talento. Lo difícil no es encontrar a una persona con cualificación, sino una combinación de competencias transversales (resiliencia, capacidad de vivir en otro país, o idiomas)".
Brecha de empleo
Luis Pérez hace referencia al informe Into the Gap de Randstad que pronostica una "brecha de empleo" en 2050 en la Unión Europea de 35 millones de trabajadores. El estudio explica que "estas cifras deben actualizarse para incorporar el efecto de destrucción de empleo de la crisis económica mundial. Los efectos negativos de la crisis económica actual no durarán para siempre, pero es cierto que tendrá efectos a largo plazo en el crecimiento del empleo y en la próxima década se crearán menos puestos de trabajo de los que se crearon en la anterior".
En la UE la falta de cualificación ha bajado unos cinco puntos porcentuales en la última década, mientras que la sobrecualificación se ha incrementado en el mismo porcentaje. Si el mercado laboral mejora, los trabajadores jóvenes sobrecualificados abandonarán los empleos actuales para incorporarse a otros acordes con su nivel educativo. Si no se da esta mejora, "se atascarán en empleos de bajo nivel y no tendrán la oportunidad de hacer un uso productivo de su educación".
Fuente: Expansión
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