viernes, 11 de noviembre de 2011

¿Y ahora qué? Breve guía sobre qué hacer con tu vida al finalizar tus estudios universitarios


Universia, la mayor red iberoamericana de colaboración universitaria con 1.169 universidades socias en 23 países, ha facilitado esta semana un decálogo de consejos sobre qué hacer una vez finalizados los estudios universitarios.
Según critica Universia, “todo el mundo te orienta antes de empezar la universidad, pero muy poca gente te cuenta qué sucede después”. En este contexto, aunque “uno se forma porque aspira a dedicarse para lo que tanto tiempo y esfuerzo ha dedicado”, es conveniente conocer otras alternativas a esa aspiración profesional.
¿Qué hacer una vez acabada la carrera? Existen muchas posibilidades una vez finalizados los estudios universitarios, y estas son, según Universia, las opciones más escogidas.
Iniciar otra carrera afín. O sea, seguir estudiando. Muchas carreras tienen varios puntos en común y pertenecen a la misma rama formativa que elegiste en su momento. Sin duda sería un complemento para tu primera carrera.
Hacer un master. Para poder acceder a estudios doctorales se pide una formación previa de master, aunque también sirve como complemento a la carrera cursada.
Apuntarse al paro. Mientras buscas trabajo en el oficio que has estudiado, puedes apuntarte al paro. Desde allí también te pueden llamar para un trabajo, y, además, mientras tanto, tienes opción de apuntarte a los cursos formativos que se imparten.
Hacer una oposición. Para muchas carreras, la mejor opción es opositar, para convertirse en un trabajador del Estado. La preparación es bastante dura y el camino no siempre corto, por lo que, si contemplas esa opción, plantéatela con seriedad y dedicación.
Viajar. Es una manera de adquirir cultura y enriquecer el espíritu, algo muy positivo a la hora de enfrentarte a un nuevo mundo -el laboral- que se abre ante ti.
Idiomas. Nunca estarán de más. Es más, en muchas empresas te piden altos niveles de idiomas, pues cada vez hay más tendencia a la internacionalización de negocios. No se trata de una opción, sino de un deber, para poder ofrecer mejores servicios a una empresa ante una posible oferta laboral.
Emigrar para estudiar o trabajar. Muchas empresas valoran positivamente esto en sus candidatos porque supone que, inevitablemente, has tenido que ingeniártelas para entenderte y atender unas responsabilidades: estudios, trabajo, casa… en un país que no es el tuyo, además del hecho en sí de haber aprendido y/o perfeccionado otra lengua. Supone, por tanto, un valor añadido a tu experiencia personal.
Becas. Puedes pedir becas para realizar prácticas en empresas, ya sea en tu país o fuera de él.
Año Sabático. Muchas personas sienten grandes ganas de ejercer la profesión para la cual han estudiado, pero, muchas otras sienten un gran cansancio y desmotivación, por lo que prefieren descansar durante un año y dedicarse a otros proyectos.
Emprender un negocio. Esta opción es la que más vértigo puede dar. Se trata de una inversión muy fuerte de dinero, esfuerzo e ilusiones, pero si crees en tu negocio y crees que puedes sacarlo adelante, puede que esta sea tu mejor elección. Además, existen ayudas para jóvenes emprendedores.
Fuente: RRHHpress

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